miércoles, 22 de mayo de 2013

Tócala otra vez, X: "Gangster of Love" y "Lone Ranger", de Johnny "Guitar" Watson [REPARADO]

NOTA: Este post ha sido uno de los partos más lentos de este blog. Me ha llevado muchos días completarlo y eso que ya lo tenía medio hecho hace meses. COMMENT PLEASE!!!

Hoy hablaremos de la canción que que convirtió en una nueva estrella del funk a una veterana estrella del blues: Johnny "Guitar" Watson.

Nacido en 1935 en Houston, Texas, John Watson Jr. tuvo una fijación desde bien pequeño con un hombre: el gran bluesman T-Bone Walker. Cuando tanía 11 años, su abuelo, que era predicador y tocaba gospel y espirituales en su iglesia, le regaló la primera guitarra pidiéndole que no tocara música del diablo: blues (quizá ello venga de la leyenda de que el mito Robert Johnson tocaba tan bien la guitarra porque hizo un pacto con el diablo en un cruce de carreteras. Por ello, Satanás pidió su alma en plena juventud). Obviamente, el niño empezó a darle al blues que daba gloria, y enseguida mostró tal habilidad que tocó junto a otros jóvenes prodigios, como Albert Collins. Y no tan solo a la guitarra: también se reveló como un competente pianista.

Cuando tenía 15 años, sus padres se separaron y él se fue con su madre a Los Ángeles. A los cuatro años de estar allí, el chaval de 19 años se apuntaba su primer éxito, un álbum llamado Space Guitar, que mostraba un modo innovador de tocar blues, incluyendo ciertos elementos del incipiente rockabilly y tocando con un estilo enérgico y espectacular. En concierto era para verlo: vestido en colores chillones, contando chistes e improvisando letras mordaces que hacían troncharse al respetable  y con un tupé insuperable, rompía dos o tres veces las cuerdas de la guitarra, hacía unos trucos nunca vistos que con el tiempo se conocerían como feedback y reverb (entre los que tuvo más éxito estuvo simular una sirena de policía pasando una baqueta de batería por la barra de la guitarra), bajarse del escenario y pasearse por el foso e ir tocando con una mano mientras encajaba la otra con los espectadores que le iban haciendo pasillo, y, otra cosa que no se había visto, tocaba la guitarra por la espalda. ¿Os suena, no?



Sí, sñores, por aquellos tiempos, un crío de Seattle llamado Jimi Hendrix se fijó en él e imitó y perfeccionó su estilo para pasar a ser una leyenda. Entre otros chavales que lo reverenciaban estaban Frank Zappa, Steve Miller (de la Steve Miller Band), los hermanos Vaughan (Stevie Ray y Jimmie) o Bobby Womack.

En 1957 sacó un single llamado Gangster of Love. En un mercado dominado por el rock, el naciente soul, los crooners y las orquestas pop, un bluesman intenaba hacerse sitio a base de enérgicos riffs, pero falló. sin embargo, a pesar de pasar desapercibida, a esta composición el destino le reservaba algo especial. Esta es de hecho la segunda versión, con una letra ampliada y con sección de viento, hecha ya en los 60:




La popularidad del joven músico fue decayendo y de nuevo se quedó en atracción local, alternando su carrera individual (y las consabidas giras por el Reino Unido durante la "Explosión del Blues", que decía Long John Baldry) con la de músico de estudio de alto copete, con Little Richard, Sam Cooke (el padre del Soul), el gran trompetista pop Herb Alpert y su Tijuana Brass, o, ya en los 70, con el pianista de funk George Duke o con un ya nombrado admirador suyo de los tiempos de Space Guitar: Frank Zappa.

Pero Watson era ambicioso: tras pasarse los 60 intentando hacerse un hueco en el soul, logrando, como he dicho, varios pequeños éxitos (como la segunda versión de Gangster of Love que os he colgado) y manteniéndose bien, en 1973 decidió cambiar de nuevo de orientación. Tocar con George Duke lo había encaminado al funk. Tras un álbum de éxito relativo y solo unas pinceladas funky en 1973, en 1974 volvía con una estética renovada: durante los tiempos en que iba dando pasitos cortos musicalmente, encontró un empleo que podía combinar con la música y le daba más beneficio: el de chuloputas; el de pimp. 

Aplicando la tópica estética de los pimps en los 70, empezó a ir en elegantísimos y llamativos trajes, se dejó un tremendo afro que apenas podía cubrir con llamativos sombreros de cowboy (se sentía texano hasta la médula), y se presentaba a todos lados cubierto de joyas y sempiternamente equipado con unas enormes gafas de sol que no se quitaba ni el en estudio (lo demustran unas imágenes grabadas con Zappa y Duke y este playback de la PRIMERA versión de Gangster of Love).





Su primer álbum de esta nueva etapa (segundo tocando funk) se llamaba I Don't Want To Be Alone, Stranger, en que tocó casi todos los instrumentos (Guitarra, bajo, teclados, batería y percusión) y de donde sacó el sencillo que le haría entrar en las listas 17 años después: a sus 39 años, Johnny estaba de vuelta. Se llamaba Lone Ranger (que sería versionada dos años después por el grupo funk Inner Strength en una irreconocible y muy buena versión):

http://www.youtube.com/watch?v=yW3ANQA5AFc


A partir de aquí, Johnny se vino arriba y anotó éxito tras éxito en unos discos que combinaban música de calidad con las portada más horrendas y bizarras de la historia del Rock . En 1978, grabando su álbum Giant, se atrevió a relanzar Gangster of Love. Varios músicos habían versionado esa canción, lo que demostraba que al fin y al cabo había gustado. Y así, 21 años después se volvió a grabar la pieza por tercera vez y, esta vez sí, la metió en listas, convirtiéndose en su canción-bandera. Ahora se podía decir claro: Johnny G. era un verdadero gangsta.






Además, aprovechó para lanzar a su grupo de acompañamiento, el Watsonian Institute, con discos propios (aunque técnicamente eran suyos: compuso todas las canciones y tocó en todas ellas) que tenían un ritmo más discotquero.

En 1980, la canción que pasó por un lavado fue Lone Ranger, de nuevo con él a todos los instrumentos. Esta era la versión preferida de Watson (y de sus fans). De nuevo la metió en listas:





Combinando buena música con algunas de las peores portadas de la historia (http://discografiavital.blogspot.com.es/2011/02/portades-estranyes-johnny-guitar-watson.html - En català -), Johnny G. siguió siendo un músico de gran éxito, sobretodo en EE.UU., Alemania y Japón a lo largo de los 80 y los 90.

En 1996, mientras estaba en  pleno concierto en Yokohama, un ataque cardíaco lo fulminó en el acto ante centenares de espectadores. Al día siguiente, su Watsonian Institute hizo su último concierto por él, ante una multitud que los aclamó durante todo el concierto.

Considerado uno de los padres del blues contemporáneo, miembro del Salón de la Fama del Rockabilly, uno de los grandes del funk y abuelo del rap y el hip hop (él proclamaba haberlos inventado, aclarando después que no hacía más que aplicar lo que aprendió de otros bluesmen durante su infancia), como dijo un crítico, si hubiera que definir a Johnny G. habría que cambiar su nombre: Johnny E. (de Evolución): tres generaciones de fans lo atestiguan.

Y contado el rollo: ¿Que versiones os han gustado más? Yo apuesto de nuevo por las modernas. El Gangster of Love del 78 (Watson siempre prefirió las dos versiones clásicas, con especial preferencia por la segunda, que permitía lucirse a todo el Watsonian I.) tiene un toquecillo funk y el Lone Ranger de 1980 resulta una versión más completa que la del 75, que parece una maqueta.

OPINEN, SEÑORAS Y SEÑORES.

1 comentario:

  1. Buen artículo/análisis. Como ya sabes el tema musical y de la historia de la música no es santo de mi devoción. La de "Gangster of Love" al oírla me sonaba, la de "Lone Ranger", sin embargo, no. La primera me ha parecido buena tirando a muy buena, la segunda, normalilla.

    El próxima lunes pondré un enlace a este post en la crónica de Anti-Marca, para darle difusión.

    ResponderEliminar