martes, 3 de febrero de 2015

Coleccionando pelis: Metrópolis, de Fritz Lang (1927 y 1984)

Desde que me pasé del coleccionismo de manga al de cine que a penas hago reseñas: ni de cómics de ningún tipo, ni de libros, ni de videojuegos actuales, ni de juegos de mesa. Eso hace que pierda literalmente cientos de posts en potencia. Y no me gusta: a veces echo de menos lo random que llegaba a ser este blog en tiempos pretéritos. Así que más vale ponerse las pilas y hacer algo. Empecemos por esto: el coleccionismo de pelis.

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Desde que tenía 12 o 13 años quedé fascinado por una imagen que vi en uno de esos libros de Dorling-Kindersley . Un androide femenino troquelado sobre el fondo vacío, andando. Y leo: "El robot de Metrópolis de Fritz Lang, 1927". Mi mente quedó atrapada en esa foto en blanco y negro. Era de una película de hacía casi 60 años, y sin embargo se veía tan moderna... Empecé a hojear libros de cine y mi alucine fue en aumento cuando vi esa ciudad futurista incluso para esos tiempos. No sé si aquí empezó mi amor por el cine fantástico y al curiosidad por las viejas películas, pero cuando al fin pude ver un par de secuencias de la versión de 1984 en el instituto me dije que quería verla.

Ya no recuerdo cuándo la vi finalmente, pero el hecho es que me gustó lo suficiente como para ponerme una chapa del robot María en la mochila y reparar hace cosa de un año y medio que en una  tienda de segunda mano tenían a precio decente una copia de la versión de 1984. Vista ésta, decidí hacerme con la versión más completa, la que se descubrió en Argentina hace unos 5 años, pero el único lugar donde la encontré a un precio decente fue en Amazon UK. Así que me compré la versión inglesa.


La sobrecubierta refleja uno de los estupendos posters franceses que realizó Boris Bilinsky, con un magistral uso de volúmenes geométricos.

La peli la conocéis ya si sois locos del cine: una trama medio romántica medio social escrita bastante torpemente por la futura simpatizante nazi Thea Von Harbou. Muchos críticos dicen que es la obra maestra con peor guion de la historia. Fue el marido de Von Harbou, el judío y antinazi Fritz Lang el que la hizo mastodóntica (aunque eso de que fue la película más cara... En ningún momento). Creando con su equipo - el cámara Karl Freund, padre de la estética del cine de terror clásico en la Universal; los diseños comiqueros de Erich Kettelhut; los pioneros FX de Eugen Schüfftan... - Lang convirtió una mierdecilla de guion fachoso en algo épico, una experiencia visual mágica de tres horas que engancha de mala manera.

La versión británica es de un solo disco, con una excelente calidad de imagen y la épica banda sonora de Gottfried Huppertz (que solo se oyó en el estreno original, donde tocó una orquesta completa en directo) interpretada por una orquesta actual en calidad digital, y, como extra con unos comentarios muy válidos hechos en directo durante una proyección por un par de especialistas bastante cachondos (se oye al público partiéndose la caja). Uno de ellos la llama sin reservas "el mejor ñordo jamás producido". Además, viene con un librito con ilustraciones y algunos datos de lo más interesantes, entre ellos una crítica de una gacetilla madrileña de la época a cargo de Luis Buñuel, donde cantaba los logros técnicos de la peli y criticaba duramente su guion. Dicen de esta crítica que nadie supo entender y definir la película en la época con la exactitud con que lo hizo el director baturro.

En el apartado de extras, contiene un documental sobre la recuperación del material perdido en un lugar tan insólito para encontrar material de la UFA como es Argentina.

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Metrópolis quedó en estado de semiolvido para el público general con todas las copias originales destruidas por los nazis y quedando solo copias americanas recortadas y de baja calidad hasta principios de los 80, cuando el músico germano-italiano Giorgio Moroder empezó una búsqueda por todo el mundo en busca de nuevo metraje para resucitar la película, que amaba desde que era adolscente. Por esos tiempos, películas como la saga Star Wars o Blade Runner dejaban clara la influencia de la titánica producción de Lang en jóvenes cineastas.

Moroder recobró bastantes minutos de metraje inédito, los cuales fueron montados, coloreados en sepia y colores brillantes y puestos con una marchosa banda sonora del propio Moroder. El resultado fue un enorme videoclip con canciones de Freddie Mercury, Adam Ant, Bonnie Tyler, Pat Benetar o Jon Anderson (de la banda Yes). El producto fue criticado en su tiempo, pero el hecho es que fue un éxito considerable, un placer culpable para no pocos críticos y hoy día se considera el resorte que llevó en serio a buscar versiones más completas.



La verdad es que me encanta la música que tanta gente odia. Es un documento fidedigno de la llamada Era MTV del rock y el pop, tanto a nivel musical como, y, os puede sorprender esta afirmación, estético (¿cómo una peli de 1927 puede ser una orgía ochentera? Es para verlo). La reparación del material es correcta; no soy bueno con el tama de la imagen y las relaciones de aspecto, pero conserva el formato original y los colores saturados que le dan a esta versión el aire ochentero parece que salten de la pantalla sin necesidad de gafas 3-D.

Contiene un par de documentales, uno moderno y otro de 1984, donde podemos ver cómo Moroder recuperó la película para el gran público.

¿La película en si? Pues lo dicho: el guion es una trama folletinesca al uso con ínfulas sociales que resulta en un manifiesto proto-nazi y populista, pero dirigido e interpretado con tal gusto y amor al arte - especialmente por Brigitte Helm, que solo tenía 18 años y que perdió varios kilos por su emperramiento en hacer el doble papel de María y el robot que la imita (y, sí, me refiero a que se metió dentro de esa armadura de más arriba) y el épico Rudolph Klein-Rogge, molde de todos los "mad doctors" peliculeros - que Fritz Lang tapó para bien las carencias de los guiones de su señora esposa, como hizo con Los Nibelungos, y demostró, de nuevo, que se podía hacer cine épico fuera de los límites de Hollywood (me preguntaréis algunos que si no me acuerdo de Cabiria, pero son casos distintos: los separan casi tres lustros y Hollywood ya se había asentado por entonces como Meca del Cine).

Es una película cuya estética bebe del art decó y la escuela Bauhaus, y que casi 90 años después de su realización ha influenciado a personajes que van desde George Lucas a Lady Gaga, a parte de impulsar definitivamente a uno de los mejores cineastas de la primera mitad del S.XX y uno deo los primeros reconciliadores entre el espectáculo y la maestría como era Fritz Lang.

Y con esto acabamos por hoy.





2 comentarios:

  1. Ese poster es genial. Pensaba que tambien ibas a comentar Metropolis de Tezuka cuando leí el titular del artículo :)



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  2. Lo de Metrópolis de Tezuka tiene lo suyo, también, que el viejo Osamu hizo el tebeo a partir de un póster de la peli. No la vió hasta los años 70.

    El guión del manga es mejor que el de la película original en mi opinión. Ahí queda eso.

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