viernes, 27 de diciembre de 2013

El Derp diario 3




Derpista: ¿Y para qué más queréis que use la colada si voy todo el día en pelotas?



Derpista: Antes maldecía a la Trifuerza y a su pastelera madre...



Derpista: Pero Celestia Deus Ex Mechining Services S.L. me sacó del atolladero. Gracias, Celestia Deus Ex Mechining Services S.L.. Cobro en magdalenas, Majestad. De nada.



Derpista: Eu sono very politburo. Ra-Ra-Rasputin...



Derpista: No me hago responsable de lo que hizo esta con el sueldo de la campaña de Celestia Deus Ex Mechining Services S.L..
 Att. S.A.R. Celestia de Canterlot




Derpista: Pues eso, que estaba al revés.




miércoles, 25 de diciembre de 2013

El post que debería estar allí pero está aquí

En esta Navidad he recibido un regalazo del quince por parte de mi hermano pequeño:



Así que como ya estamos a la última, os emplazo a visitar el blog hijo de este dedicado a videojuegos, esencialmente retro, pero algo de nuevo habrá a partir de ahora. Se llama: Fantasías pixeladas de ayer y hoy.

Sí, es un anuncio, pero la Navidad no es más que consumismo, así que, ¿por qué no hacer esto?

Feliz Sant Esteve y que no se os atragante la pasta de los canalones. Acordarsus del Força Barça con Mendoza y Di Stéfano. 

martes, 24 de diciembre de 2013

Relajación

He aquí un post chill-out para tragar mejor la maldita nochebuena. Espero que os pueda ayudar. No os lo he dicho nunca, pero siempre me han gustado los trenes.


Pat Metheny Gorup, Last Train Home, 1987

Y Feliz Navidá, coño

lunes, 23 de diciembre de 2013

Libros, libritos, libracos y cine: Sin novedad en el frente (Erich Maria Remarque/Lewis Milestone)


Hasta 1929, Erich Maria Remarque, alemán de raíces francesas, era un periodista deportivo mediocre que se había dedicado a todo tipo de trabajos. Veterano de la I Guerra  Mundial, a sus 31 años, como muchos jóvenes que habían sobrevivido a la guerra - en su caso particular fue licenciado tras sufrir varias heridas de metralla en combate, en Bélgica - tenía problemas para encontrar su sitio en la nueva Alemania de Weimar: fue maestro de escuela (trabajo que detestó siempre), bibliotecario, hombre de negocios, editor y escritor de manuales para la empresa de neumáticos Continental.

En 1927, el periódico deportivo donde redactaba sus crónicas le público por entregas una novela, y en 1929, otro periódico, el Vossische Zeitung, le publicó, también por entregas, Sin novedad en el frente, una crónica de la I G.M. Al publicarse como novela, tuvo un éxito inmadiato: en solo 18 meses era un bestseller mundial, vendiendo solo durante ese tiempo 2.500.000 copias (1.500.000 en Alemania) y traduciéndose a 22 idiomas. Para la época era un fenómeno de masas.



Esta anti-epopeya sobre las andanzas de un grupo de jóvenes oficiales alemanes en el Frente del Este (aproximadamente el actual Benelux) agitó conciencias. Las batallas no se narran de manera vívida y apasionante, sino de manera amarga, escabrosa y real. Es la historia de unos perdedores por culpa de la corrupción del poder. Remarque no guerda nada en el tintero: momentos de terror con descripciones muy precisas todo el, digamos, snuff y gore - espero se me permita la licencia de usar estos términos tan superficiales al ser una obra literaria - que provoca la guerra, de 'slice of life', de risas y lloros, de sexo... La prosa de Remarque es sencilla, coloquial, atrevida y directa, y nos acerca a la vida del soldado por vía de Paul Bäumer, un muchacho que se encuentra en el frente impelido por las diatribas patrióticas del profesor de su instituto y que ensguida se convierte en un joven "con los pies en el suelo". El resto de la tropa son compañeros del instituto y reservistas; gente que fue forzada a vivir entre trincheras casi por obligación y que tienen que resignarse a estar allí. A lo largo del libro, que es bastante breve, Bäumer va comprobando como la guerra le amarga la vida, nos cuenta cómo mató por primera vez, la pérdida de su virginidad o relata simplemente como es el día a día en una trinchera, sin seguir una línea argumental concreta.

El tono general del libro es pesimista y triste, y a ratos - a pesar de ciertas pinceladas humorísticas - se vuelve frío como una manera de mostrar cómo se van deshumanizando los personajes. A pesar de narrar en primera persona, Remarque no se decanta por ningún bando. Es un libro relativamente neutral que mantiene la tensión y el interés en todo momento. Una novela de esas casi perfectas, que lo tiene todo y bien comprimido.

Como posible gran defecto, el final parece precipitado, pero no sé si está buscado o no.

El éxito de la obra agitó conciencias, y se encontró con no pocos adversarios, entre ellos el ascendente Partido Nazi de Adolf Hitler y su siniestra camarilla. Rico de pronto, y más tras escribir la bastante exitosa secuela de Sin novedad en el frente, llamada aquí De regreso y de la que dicen es aún más virulenta que su antecesora, solo que en vez de la guerra carga contra la sociedad alemana, se trasladó a Suiza (y pretendía trasladarse después a Francia, pero la II G.M. lo frustró) mientras la adaptación a cargo de la Universal (de la también germana familia Laemmle) y del director Lewis Milestone de Sin novedad... cosechaba varios Oscars le daba más fama y fortuna, teniendo una destacada carrera desde entonces. Pero mientras tanto, en 1933, sus enemigos declarados, los nazis, subieron al poder, y Joseph Goebbels ilegalizó su obra y empezó a emperrarse en humillarlo de distintas formas: entre otras cosas hicieron correr el bulo de que Remarque al revés era Kramer, apellido judío (esto es más leyenda urbana que otra cosa, pero de esa gentuza se lo cree uno todo) y proclamó y creó falsos testimonios sobre que en realidad no estuvo en el frente. Sus libros ardían en las Kermesses. En 1938 le retiraron la ciudadanía alemana, y, temeroso de que la Gestapo fuera a por él, huyó a EE.UU., nacionalizándose en 1947. Respecto a los nazis, cabreados por habérsele escapado ese elemento indeseable, urdieron una terrible venganza: detuvieron a su hermana por los cargos que se le imputaban a él, la sometieron a juicio sumarísimo, la ejecutaron decapitándola y encima pasaron todos los costes del proceso penal (ejecución incluída), a la otra hermana de Remarque.

Durante y tras la II G.M. (en 1948 volvió a Suiza para quedarse y recuperó la nacionalidad alemana) Remarque siguió escribiendo novelas de tema social y dramático, tanto en inglés como en alemán, muchas de las cuales fueron adaptadas en Hollywood (como media docena). Escribió guiones de cine (bueno... Uno para una peli austríaca) y obras de teatro (bueno... Solo una, pero su éxito en Alemania fue tal que llegó a Broadway con decentes resultados) e incluso hizo sus pinitos como actor en una peli americana rodada en Alemania sobre una de sus obras. Se casó en terceras nupcias con la actriz Paulette Goddard, célebre pareja de Chaplin, que venía de divorciarse del entrañable Burgess Meredith. Falleció en Locarno en 1970, rico y muy reconocido, aunque sus novelas siempre han dejado entrever una gran amargura. Su vida fue tan triste como sus libros, si vamos a mirar. Y esto parece más una biografía que una reseña, dicho sea de paso Bueno, pasemos a la peli...

El versátil Lewis Milestone se enfrentó al desafío de realizar esta peli cuando el cine sonoro - si bien se encontraba ya bastante generalizado en tan solo 4 años - estaba en sus albores.



Milestone contó con un buen reparto, en el que sobresale Lew Ayres como Bäumer, que destaca por una actuación absolutamente bipolar en la que va de la alegría, la compasión y la camaradería a la puta locura, el instinto asesino y la frialdad en cuestión de segundos. No fue ni tan siquiera nominado al Oscar, pero fue el gran papel de sus 65 años de carrera, incluso habiendo sido nominado para el galardón en 1948. El papel lo marcó tanto que fue objetor de conciencia en la II G.M.
Desde mi punto de vista, y me ha sorprendido, Milestone hace especial hincapié en una galería de excéntricos personajes que aparecen en la novela. Hace que alguno que otro sobresalga aún más que en ésta.

Eso sí, hay que tener en cuenta que hablamos de 1931 y el estilo interpretativo de estas pelis está obsoleto. A veces son demasiado teatrales.

Otro de los principales méritos de esta adaptación se encuentra en el guion: la a veces anárquica narración original es estructurada y se nos presenta en forma lineal. Así, por ejemplo, la escena que se narra en las primeras páginas del libro no aparece hasta los 50 minutos. Y el resultado es excelente, comprendiendo prácticamente la novela entera con sus diálogos, sus momentos trágicos y ese cierto humor que la caracteriza. Incluso se incluye la parte de la pérdida de la virginidad de Bäumer. Otro apunte es que quizá sea la primera película bélica donde el diálogo prima sobre la acción. Hay montones de momentos donde se alcanza una intensidad tan grande en las escenas dramáticas como en las de batalla.

Al ser una película anterior al Código Hays, se permite algunas libertades en el tema de la violencia y en el argumento en general: para 1931, esta peli era una de las más crudas y violentas que se habían visto: las batallas son a cara de perro, sin bellas coreografias ni estilizaciones (menos por esa legendaria epifanía final, que en la novela era sucinta y que Milestone poetizó. Incluso la interpretó él mismo). Y como se ha dicho, se sugiere sexo. Se nota cierta voluntad documental durante toda la acción, logarada gracias a un competente equipo técnico.

Un detalle que personalmente me llama la atención es que esta peli tiene toda la pinta de haber sido pariodiada por Chaplin en el delirante-hilarante inicio de "El gran dictador". El ambiente de desolación es parecido y las actuaciones parecen una exageración de las de esta peli. Puntos extra para Chaplin... Y Milstone, pues es un tópico pero "la parodia es la forma más sincera de adulación".

Es una película a la altura de la novela: ni la supera ni está en absoluto por debajo.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Crónicas del CEFPFIST: Desde la URSS con pavor; Acto 8

Del pozo que había quedado al abrirse la tramilla surgía una luz que probablemente iría conectada a algún resorte que se accionaba al abrir la trampilla. Fülop empezó a bajar pozo abajo. 3D se asomó: había un un espacio de unos tres metros de alto que bajaba a una sala, el cual se superaba bajando una curiosa escala metálica, con los peldaños intercalados. Era bastante cómoda de bajar. La sala era un espacio desnudo con la excepción de un par de sencillas lámparas de techo que la iluminaban. Al fondo había una puerta metálica. Fülop la abrió sin más e indicó a Zel que lo siguiera. Bajaron dos tramos de escaleras de lo que parecía mármol bien pulido.

"Ya podemos hablar, aquí no hay ojos ni orejas que molesten. Ahora, prepárate para ver la joya de nuestra corona, Saras"

Fülop abrió un portón doble enrejado que había sido tapado con unas planchas metálicas. Al abrirse la puerta, empezaron a encenderse una tras otra una serie de elegantes arañas, dejando a la vista un corredor de unos 200 metro de longitud, decorado con un gusto exquisito: por todas partes había mármoles de diversos colores, relieves, grupos escultóricos, columnas e incluso un bonito mural abstracto, un poco afectado por la humedad pero aún muy visible pintado al fresco en un estilo próximo al vanguardismo de los años 20. Zelgadis se quedó sin habla. Parecía el metro de Moscú que tanto le impresionó en su adolescencia, cuando iba a la capital soviética a jugar torneos de verano, pero sin la espectacularidad de estos. A su vez, el túnel se bifurcaba una y otra vez en distintas direcciones.

"¿Impresionado?"

"Sí, de todo corazón. qué lugar es este, Fülop? Y qué frío que hace aquí..."

"Esto es nuestro Centro de Espionaje Directo, que lleva en construcción constante desde la fundación del CEFPIFST", dijo Fülop orgulloso "Se construyó durante la belle époque, cuando los ricos y los poderosos iban a los balnearios de por aquí. Debía ser una galería comercial subterránea de esas que eran moda en la época, con espacio para unos 50 comercios de lujo, pero la Gran Depresión acabó con el proyecto antes de que se abriera al público. Como ves, de cada espacio comercial ahora sale un túnel. Tenemos una red que nos permite acceder a diversos sitios de la ciudad, desde embajadas hasta servicios para nuestros agentes. Por aquí, por favor".

Se dirogieron al Local I, cerrado por una persiana metálica. Fülop abrió una caja fuerte incrustada en una columna próxima y sacó una llave. La usó en la persiana y abrió. Dentro había diversos coches sencillos. y pequeños.

"Sé lo que piensas. No te voy a decir cómo los bajamos aquí abajo. Cogeremos ese VW Escarabajo, ¿Te parece?"

Aún flipando con lo que veía, Zelgadis casi no se dio cuenta de que ya estaban viajando. El coche se metió por el local XVI y enfiló un largo túnel sin asfaltar, simplemente con un suelo de gravilla. Había poca luz, por lo que Fülop tuvo que poner las largas. Los túneles eran estrechos, pero se podía conducir bien por ellos. Era como ir en un Metro en miniatura. Unos 10 minutos después, llegaban a su destino.

"Hemos llegado, galopín. Arriba y fuera esa carita de alelao"

Ante ellos habia una sala parecida a la primera que habían visitado, con su puerta al fondo. Fülop sacó una llave de un pequeño armario y abrió.

Estaban en un zulo estrecho , iluminado con un fluorescente. Unas pocas sillas fijadas al suelo eran la única comodidad que había. Ante las sillas, una centralita bastante grande con varios monitores, teléfonos, un ordenador Bull Micral compacto y mucho cableado colocado casi a desgana. La habitación era ún más fría que la galería y un fuerte olor a humedad dominaba la sala. Fülop explicaba el funcionamiento del zulo.

"Aprovechando unas supuestas obras en las cloacas, colamos a un par de especialistas de la Sección W e instalaron cámaras en las Embajadas de la URSS, EE.UU., China, Cuba y Corea del Norte, nuestros rivales. De momento parece que no han logrado detectar ninguna; no llevan micrófono y el circuito cerrado está codificado de manera que desvía los dispositivos de detección. Solo un informático de primera podría deshacer esto, y todos están en Moscú... Después montaron estas salas de control. Cada una de ellas en tan solo 18 horas de trabajo..."  

Mientras decía esto, Fülop había pulsado una serie de botones y los monitores se encendieron. Una serie de imágenes en blanco y negro de interiores aparecieron. Fülop indicó a Zel que tomara asiento.

"Estamos a 15 metros bajo la embajada de la URSS. La sala está insonorizada y, repito, estoy seguro de que no pueden detectarnos. Vamos a echar una ojeada por aquí.

En la mayor parte de los monitores se veía a personal trabajando, nada especial. Con unos botones Fülop cambiaba de cámara en los diversos circuitos cerrados. De prontó, se fijó en las imágenes de una sala de reuniones donde parecía que había una animada discusión.

Fülop observó por el monitor las evoluciones de lo que pasaba en la sala:

"A ver, sí, lo de siempre. Sala vacía de decoraciones, ambiente viciado. La vieja mesa rectangular y el viejo General Penko abroncando al pobre Cosmin Romescu. Es uno de los mercenarios que tiene por aquí el KGB. Mira, ahora lo verás de perfil"

Zelgadis vio a un hombre medio calvo, en mangas de camisa, con gafas de concha y un bigote descuidado. Ante él, sobre la mesa, había una boina. Era inconfundible.

"¡Es el que estaba de copiloto en el Lada cuando me seguían desde el aeropuerto!"

"Más que seguro: esencialmente su misión es seguir como una lapa a agentes extranjeros. Raramente usa las armas, es más hábil espiando que en acción. Pero vigila con él: es bastante audaz. Mira, ahora se giran, parece que va a entrar alguien... No puedo verle la cabeza desde este ángulo... Si fuera... Sí, va a senarse al lado de Romescu y... ¡El Dios que lo parió!¡DIMITAR VITOSHEV!"
 
Tras soltar blasfemia y nombre, Zelgadis observó que Fülöp se ponía rojo como un pepino, sudaba y respiraba entre dientes. Los apretó tanto que su pipa (¡Albricias!) se rompió. En  pantalla salía un hombre flaco, perfectamente afeitado y bien vestido. Era maduro pero bien parecido. Llevaba gafas y una perilla. De su boca asomaba una boquilla en la que se aguantaba un cigarrillo que no echaba humo. Debía ser de esos de plástico.

"¿Vitoshev?¡Ese era de los nuestros! El que se pasó al KGB y vendió a nuestro durmiente en Sofía, ¿no? "

"El mismo. Trabajábamos juntos. No es que fuéramos amigos, pero teníamos una buena relación profesional. ¡Cuántas cosas no debí chivar a este hijo de puta sin saber que era un agente doble!"

"Aún recuerdo la foto como quedó el cadáver del durmiente atravesado en esa valla de un parque público; está en el archivo. A veces voy a rezar al Panteón de Agentes Caídos y ver el nombre de nuestro hombre en Sofía me hacía pensar en cómo sería ese traidor"

"Pues lo tienes delante. Era nuestro mejor ejecutor, pero tenía un problema de ludopatía y se vendió al mejor postor para seguir apostando a los caballos... Aún recuerdo cuando le ganó a un mayoral una yegua campeona llamada Rainbow Dash,...Por cierto, un nombre muy tontillo, como de dibujos animados, ¿no?"

La mirada malhuorada de Zel hizo volver a Fülop a la realidad

"... Bueno. Creo que ya tengo al que ha intentado matarme esta madrugada. El plan A queda anulado. Esto ya no son unas vacaciones, Saras, es una guerra."

"Y el plan B consiste en..."

"Sacar a la chica del país quemándolo todo a nuestro paso, simple y llanamente. La finalidad justifica los medios aquí. Y olvídate del avión: buscaremos otro transporte" 

Zelgadis sintió que la sangre le hervía. ¡Al fin un poco de violencia y menos mariconadas!.

De pronto, una figura menuda entró en la sala. Era ella. La Selidova. No fue necesario que Fülöp dijera nada. Desde ese punto de vista y en blanco y negro se la seguía viendo guapa. Iba con una camisa y una sencilla falda, como caualquier administrativa. Viéndola bien, observó que llevaba unas finas gafas, pero no le quitaban para nada su atractivo. Dejó unos papeles ante Vitoshev y se fue. Este fue el primer contacto visual entre Sarunas y Amelya.

viernes, 20 de diciembre de 2013

El entrenador Pokémon que no había visto un Pokémon en su vida en...

El irascible Pikachu

Ese día Acisclo Mitchum se hallaba paseando por los alrededores de Ciudad LaHostia, concretamente por la Alameda de Mazarredo, cuando oyó una voz un coche que estaba parado ante un semáforo con las ventanillas abiertas a siete bajo cero:

"... Sí, Patxi, como te lo cuento, Pikatxu está en Montaña Fuerte preparando el reto del día, o así..."

 ¿Cómo? ¿Pikachu allí? ¿La legendaria chinchilla eléctrica? ¡Montaña fuerte no estaba lejos, solo tenía que cruzar el Nervión y tirar todo recto! Al cabo de poco tiempo estaba allí. De prono oyó una voz a su lado

"... Mira, Imanol, lo que hace Pikatxu..."

¿Cómo? ¿Qué? ¿Dónde? Acisclo no podía permitir que se escapara. A contraluz vio una sombra. No se lo pesnó dos veces antes de lanzar su Pokéball y gritar:

"¡Coño, un Pikachu!"

Tras despertar del coma de tres meses, aún se encontraba un poco aturdido cuando el médico le dijo:

"¡Pero cómo sois los maketos! Mira que tirarle una bola de metal al aizkolari Beñat Pikatxu Puerogorriamendiolapsiazugotxea, el campeón mundial de levantamiento de furgonetas. Tres días de cirugiá nos costó quitarle el logo de Citroën incrustado en los morros..."

Moraleja: Zorionak! Ezkutuko mezua aurkitu duzu.

NOTA: Ruego a los euskaldunes que visiten mi blog que me perdonen esta barrabasada.


jueves, 19 de diciembre de 2013

Conspiranoias manganímicas: Piccolo/Cor Petit es más tonto que Abundio

Vuelvo a sacar esta sección de mi arcón. He pasado del otaking a un frikismo más genérico, pero no olvido que soy de cantera manga. Así pues, este artículo va por los viejos tiempos.

Que Raditz te gane en un concurso de tontos es muy triste

Es uno de mis personajes favoritos de Dragon Ball/Bola de Drac, pero es cansino considerarlo como uno de los personajes más sabios de la serie cuando sus decisiones normalmente acaban en desastre.

Versión papi:

- Deja a Son Goku un brazo sano y abandona el chantaje: Por qué? De no haber soltado a Ten Shin Han, Goku tenía el combate perdido.

Versión Junior:

- Se fía en el combate ante Krilín: Pobre Krilín, siempre con el quiero-y-no-puedo. El tío pudo haber vencido a Cor Petit, Nappa e incluso a Vegeta y a Freezer y por pura mala suerte falló las cuatro veces.

- Por chulo, Goku le da pol culo: Se descuida de que tenía una última carta. Popo enseñó a Goku a volar, por lo cual joderle las extremidades era inútil. Debería haberlo sabido, siendo una parte del mismo ser.

- Confiar el destino del mundo a un crío de Preescolar: Vamos, pensar que un crío de guardería como Son Gohan se iba a encargar de un psicópata como Nappa. Después Gohan reacciona, pero es tarde... Para ambos... Pobre Cor Petit, una de las imágenes más míticas de la serie.

- Muestra sus cartas a Freezer: Le dice en voz alta que le queda poder de reserva. Craso error. Freezer no sabe notar energías, por lo que se evita una victoria que ERA segura.

- Revela la identidad de Trunks ante las narices de Vegeta: Un poco justificado porque le pilló por sorpresa. ¿Quién iba a decir que Vegeta tenía tan buen oído?

Versión original re-mastered

- Es demasiado blando con Célula: Fusionarse con Kami-sama fue un gran acierto, pero con la fusión, pese a seguir siendo un tipo despiadado cuando la situación lo requiere, su corazón se vuelve puro y noble. Y esa primera vez la metió hasta el fondo: incluso Superman, símbolo de bondad, ha reconocido desde los tiempos de Alan Moore que se tiene que tener algo de malicia y ser implacable si se quiere salvar a la Humanidad, algo de lo que se reconoce incapaz pero sabe que otros pueden hacer en lugar de él.

- No se emplea a fondo ante A-17: Si tiene una técnica que hasta el propio androide se asusta cuando la usa durante la breve alianza que que arman ante Célula, por qué no la usa de entrada? A-17 es un tipo bastante blando, también, no desea asesinar más que a su objetivo, y probablemente, como en su primer encuentro, no iba a muerte contra el amigo Namek. En lugar de eso va combatiendo hasta que se cansa inutilmente ¡Su objetivo era cargarse al androide, no ganar tiempo! Vale, A-16 quizá se hubiera metido en medio para salvar a su amigo, pero de todas formas, ese ara aún más blando que 17... ¡Si es un cacho de pan bendito como el Número 8!

- De nuevo, es demasiado blando con Son Goten, Trunks y su versión fusionada: Si hubiera llevado tan bien  a esos cachorros como llevó a Son ohan, Gotenks hubiera acabado con Buu en un abrir y cerrar de ojos. En vez de eso los dejó por su cuenta. Tampoco supo aporovechar la sed de venganza de Goten al ver como la Bestia se cargaba a su madre. Le salió un niñato fusionado imbécil, una nulidad.

No hay vacas sagradas, hamijos.





miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mis 25+1 grupos músicales favoritos. Parte 2

20 - Pegasus: Nacido en Barcelona de una formación de rock progresivo llamada Iceberg, el grupo de Josep Mas "Kitflus" -famoso en el mundillo friki catalán por sus arreglos en las canciones de los primeros discos del Club Super 3, como el tremendo solo de guitarra y el "estornudo" final en Llum, foc, destrucció, que supera de largo el original Cha-la-Head-chala (o Chalá, échala como la llamo) - y Santi Arisa, es
una banda de jazz-rock que jugueteó con el funk y sonidos típicos de la música catalana para convertirse en un grupo europeo al nivel de otras luminarias de la fusión y el smooth jazz americanos como Spyro Gyra, Yellowjackets o Stuff.

Por supuesto, el pegaso más famoso del momento...


The Seal Of Quality In Everything Pegasus, Since The Year Of Mary Chestnut (odio esta manía de los anglohablantes de ponerlo todo en mayúscula en según que circumstancias).







http://www.youtube.com/watch?v=fJh2c1MHdW0 (este no he podido colgarlo directamente)

19 - OMD (Orchestral Maneouvres in the Dark): Estos británicos son considerados por muchos los verdaderos  herederos espirituales de los mastondontes del techno, la banda alemana Kraftwerk, empezaron su carrera experimentando como sus maestros y les siguieron en la transición a un estilo más pop, incluso discotequero. Así OMD enseguida logró un sonido más melódico y menos techno-machacón que el de Kraftwerk, acercando el techno a la new wave standard.










18 - Human League: Igual que los anteriores, alumnos británicos de Kraftwerk, tras una etapa experimental y poco comprometida con los gustos del público, decidieron seguir la vena cada vez más funky (Kraftwerk son muy populares en el mundo de la música negra) y estandarizada del grupo alemán, pero acabaron encaminándose a un sonido más soul, con voces femeninas, creando un estilo aparentemente alegre y de fácil escucha pero que reflejaba la angustia vital y el humor negro de su controvertido líder Simon Oakley. Siguen en activo.











17 - Culture Club: Dos punks se unieron a un músico pop y uno de reaggae para crear un sonido New Wave entre techno y tropical, 100 % pop, que los convirtió en una de las bandas más populares del planeta, logrando, como Abba, gustar desde niños de teta a ancianitas. Gran parte de la culpa la tuvo el carisma, el colorido vestuario, la suave voz y las improsionantes dotes de showman del vocalista y líder, Boy George (George O'Dowd), un joven bisexual que actuaba travestido y que sin embargo no escandalizaba a casi nadie. El grupo subió como la espuma en solo 3 años, pero los problemas psicológicos y con las drogas de Boy George dieron al traste con el grupo, que iba camino de ser uno de los más grandes de la década. Para el recuerdo friki queda el episodio donde el grupo aparecía con el Equipo A.
Boy George, solo o reunido con sus compañeros, ha seguido siendo muy popular en Inglaterra, donde se las da de activista político cristiano y de izquierdas (ha invitado a todos sus fans a bajarnos su música. Nos la regala. Su nieto le enseñó a usar los programas p2p y se lo pasa fenómeno), aunque su carácter bastante bipolar le ha dado no pocos problemas con la Ley. Lo de travestirse ahora lo alterna. Por ahora, en 2013 gusta de lucir calvície y barba.







16 - Kool and The Gang: Banda que en 1969 revolucionó la música negra con su jazz-funk duro y que cuando cuando se les creía perdidos en la ola disco (seguían haciendo buena música, pero habían pasado de banda estelar a grupo disco casi del montón) y pasados de moda, resucitaron una década después con la ayuda del músico y productor brasileño Eumir Deodato, con una música a caballo entre el casi extinto disco y el llamado electrosoul, que los metió de lleno en los 80. Ahí siguen, dando guerra y cosechando fans entre la juventud que escucha sus viejos éxitos. De Deodato os hablaré en profundidad en otro artículo.








Esta última canción también es conocida como "Qué cabrones".

martes, 17 de diciembre de 2013

El desafío de los Frikinautas

Desde ahora mismo este bloguero se compromete a enviar un artículo distinto al menos hasta el día de Navidad, prorrogable hasta Día de Reyes (si se cumple esto sí que voy a repetir. Que uno no tiene tanto tiempo libre, joder).

Ah, sí, y si sois bronies, que sepáis que este blog se ha ganado el sello de garantía de Derpy Hooves en tanto que traductor oficial al español de la tira "The Daily Derp". Y yo que no sigo la serie y solo miro los memes... ¿Ande m'he metío?

martes, 10 de diciembre de 2013

El entrenador Pokémon que no había visto un Pokémon en su vida en...

AQUÍ ESTA LA NAVIDAAAAD
Y UN FARFECH'D VOY A CAZAAAAAR...


Acisclo Mitchum se encontraba dando tumbos por los grandes bosques que rodean Pueblo Garrotxa cuando vio lo que era inconfundiblemente, incluso para cualquier espectador neutral, un Farfech'd con su puerro subido en una haya.

Acisclo no dudó dos veces y mientras lanzaba su Pokéball al ave, exclamó:

- ¡Coño!¡Un Farfech'd!

Y el Farfech'd cayó, tieso. A su lado, una bola de petanca ensangrentada que le había colado un buhonero Pokémon en el mercadillo de Ciudad Encantada.

Acisclo pudo al menos disfrutar de un caldo de Navidad que no se lo saltaba ni Superman.

MORALEJA: Nananananá... Coregaaaa...



domingo, 8 de diciembre de 2013

El Derp Diario 2

Con la incorporación de las impresiones de Derpy sobre su día a día (de momento las he creado yo. Más adelante vendrán directamente de Tetra, cosa que agradeceréis). Son las Derpistas.

Derpista: Es lo que tiene estar tanto tiempo inactiva en este blog


Derpista: Querida princesa Celestia: Teníais razón con el tema del Don Simón. Fue poner la magdalena en la mesa y ahora veo 16 magdalenas en lugar de dos.



Derpista: Querida princesa Celestia: los hombrecillos que viven en mi 'parato se han suicidado en masa ¡Incluso el tubito verde de la pantalla se ha teñido con su sangre!¿Qué hago?


Derpista: Mis imitaciones de Barry White suelen ser cortas pero intensas



Derpista: ノーコメント 



Derpista: "Sweet dreams are made of this..."







lunes, 25 de noviembre de 2013

El entrenador Pokémon que no había visto un Pokémon en su vida en...

EL SACROSANTO CELEBI

Acisclo salió totalmente libre tras beneficarse de la amnistía general propugnada en Ecuestria por la formación del nuevo régimen del Triunvirato - formado por Celestia, la del cuerno medio torcido; Luna, la Bien Vuelta y Twilight Sparkle la Neo-Mary Sue - y tras sobornar al agente del SIPE (Servicio de Inteligencia del Principado de Ecuestria) que tenía que escoltarlo hasta Matalascañas con un saco de alfalfa, dos zanahorias y un álbum de fotos guarras de Derpy Hooves, logró meterse de polizón en el barco que llevaba a la embajada de la ONU que había acudido a la toma de posesión del nuevo gobierno (las relaciones se restablecieron cuando el Sr. D. Spike susurró a las potras de que convenía levarse bien con la raza humana, y más de cara a Navidades).

Desde su celda, Acisclo decidió que iba a coger un Celebi. Tras atreverse a salir de la bodega del barco, se dirigió sin dudarlo dos veces al lugar donde había oído que los marineros decían que moraba el Celebi. Llegó a las puertas Oyó una voz que parecía rogar, así que entró, vio al magnífico ejemplar, un poco viejo pero ya valía y exclamando...

- ¡Coño, un celebi!

Y lanzó su pokéball.

El Papa Francisco perdonó a ese pecador pelotudo por darle en la entrepierna con una bola de metal mientras rogaba en la capilla del barco. Dijo que todo el mundo podía confundir "celebi" con "célibe", viste.

Y hubo gran aloborozo y batifondo, pero en 13 TV se caberaron un poco.

Moraleja: Ave Twilight Sparkle, gratia plena: Dominus tecum: benedicta tu in Hasbro nomine et benedictus novus aluus tuus. Twilight Sparkle equus imperatora, ora pro nobis bronibus...

Nota: Juro que aquí se acaban los chistes de ponis, al menos en esta sección.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Libros, libritos, libracos y cine: Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell/Victor Fleming

Solo he hecho esta crítica tras ver que tres de mis cuatro críticos de cine favoritos la daban por obra maestra: Gene Siskel, Leonard Maltin y, sobretodo, Roger Ebert. También cuento que la revista Village Voice, ejemplo de lo más cercano a mi idea de cultura americana "de izquierdas" califica también este título de histórico y maravilloso.

En 1935, una nostálgica del Sur Profundo escribió el libro más leído del mundo tras la Biblia. Se llamaba Margaret Mitchell, era de Georgia y el libro era Lo que el viento se llevó, una muy bien escrita pero absolutamente manipulada visión de aquella civilización (sic) en que cuatro blanquitos vivían como rajás a costa del sacrificio de millones de esclavos negros que eran tratados peor que un kleenex usado. Y no exagero ni una miajita: precisamente, el libro, hasta el inicio de la II G.M., estaba recomendado en la Alemania nazi como ejemplo de como la raza superior de impone a la inferior (también es muy recomendado en Corea del Norte como ejemplo de funcionamiento de una sociedad capitalista).

Eran tiempos en que un esclavo era azotado por caerse al suelo o asesinado a sangre fría por decir "caramba". Eso es la realidad. Margaret Mitchell, de una familia aristocrática del Sur, vivió instalada en la mentira de los de su condición social: durante una estancia de estudios en Massachussets se creyó con el poder de poder amenazar al rector de una Universidad de largarse de allí si no la cambiaban de clase, ya que uno de sus compañeros era negro. El rector le contestó algo así como "ROLFMAO" y pasó de ella. Aunque en la novela no apoya abiertamente al KKK, a los que califica de idiotas que quieren eternizar la Guerra Civil, no condena sus actos terroristas: al contrario; son caballeros que quieren vengar una afrenta contra el honor de la señora O'Hara. Y que Rhett Butler matara a un negro de un tiro por insultarle es visto como una buena acción. Y se queda tan ancha la Sra. Mitchell, hoyja.

Resulta cuanto menos curioso el enorme resentimiento que sienten los americanos cuando pierden algo: si es el Vietnam se inventan todo tipo de pelis revanchistas para vengar su derrota. Y, debo reconocerlo, esas pelis de la Cannon o la Carolco en la Era Reagan están entre mis favoritas: ver a Stallone, Chuck Norris o Mike Dudikoff matando chinorris, comunistas y palestinos es divertido, ya que el buen espectador debe saber distinguir entre realidad y ficción. La Guerra Civil no es una excepción: a partir de la publicación de La cabaña del Tío Tom, de la abolicionista Harriet B. Stove los sureños inventaron un nuevo estilo de novela, la novela sureña, donde pintaban un sur bucólico donde los niggas vivían felices y comían perdices bajo el atento ojo del amito blanco que en cualquier momento podía decir "O, er povre Toviasz ze a rroto l'espalda, yo disparar nigga, eheu, eheu, pum, povresito komo sufria, pero era un nigga inutil, eheu, eheu", porque, claro, eran así de buenas personas. Lo que enseña Tarantino en Django desencadenado es bastante próximo a lo que la novelas sureñas en general y Lo que el viento se llevó en concreto idealizan (con el tiempo, la novela sureña se volvió menos manipuladora y se acercó al noir. Jim Thompson y su 1280 almas o la obra de Elmore Leonard - puro sureño, pero siempre en defensa de los derechos de las minorías, también adaptado por Tarantino en su día - son exponentes de la reinvención del subgénero).

Entre las virtudes de la novela romántico-histórica de Mitchell están su capacidad para crear dos personajes que se acercan a la sociopatía (no bromeo: en 1941 ya se publicó un estudio sobre el tema) y lograr que a algunos hasta les cayeran simpáticos: dos mentes perversas llamadas Scarlett O'Hara y Rhett Butler. Son dos aprovechados que destruirán cualquier cosa con tal de lograr sus fines, sobretodo la señá O'Hara, una Atila dispuesta a todo por ella, ella y solo ella. Son personajes con volumen, que evolucionan según avanza la novela. En comparación, el idealista Ashley Wilkes y la valiente Melanie Hamilton quedan muy ensombrecidos. Por otro lado, las narraciones de la Guerra Civil y la posguerra (que siempre es dura. Siempre. Pero si encima nos atenemos a las exageraciones de multimillonaria resentida de Mitchell...) si bien muy manipuladas y falseadas (los Yankees son sacados como unos malvados ladrones y violadores que destruyen cosechas y manipulan a "sus negros" para que, oh, el horror, tengan derecho a voto) son vívidas y muy interesantes. No bromeo cuando digo que de momento solo un autor ha logrado ponerme en el campo de batalla mejor de lo hace Mitchell: el historiador y militar británico Anthony Beevor.

Los defectos son muchos: la novela empieza bien pero va desgastando al lector con su barroquismo narrativo, que se vuelve incluso zafio cuando se trata de yanquis y negros; el asqueroso racismo, idealización de esa sociedad esclavista y la burda manipulación (o, dicho de otra manera, la forma en que Mitchell ve el mundo) hace que uno se sienta incluso sucio leyendo todo eso. Ni el Marqués de Sade ni Pasolini lograrían tanto, y Mitchell lo hace sin buscarlo. Fue criticada incluso en su época por racista, no digo más.

Así, en resumidas cuentas, obtenemos una novela épico-romántico-histórica interesante pero que refleja en exceso las muy erróneas ideas de su autora, y que a pesar de estar bellísimamente escrita y contar con un dúo protagonista psicológicamente muy logrado, cae víctima de ideas maniqueas y proto-nazis (ensalzamiento de la esclavitud, de la controvertida figura de las "mammies" y del esclavo acomodaticio que tan bien interpretó Samuel L. Jackson en su día, del asesinato de negros por causas que ahora no serían ni motivo para liarse a hostias si uno no quiere, deshumanización de los soldados de la Unión, crítica a los negros libres) que hacen que a ratos al lector actual le cause verdadera grima leer según que pasajes. Más racista e igual de barroca que el mismísimo Tolkien - por elegir a un autor con ideas parecidas - pero mucho menos entretenida y evocadora: es aún menos creíble esa Georgia, la finca-latifundio Tara y las Southern Belles y sus beaus que la Comarca, Hobbiton y los hobbits (Mammy ocuparía el papel de Tom Bombadil, y Lincoln como que sería Saruman. Ya se me está yendo la olla. Pasemos a la peli).


50.000 dólares dio el genial y ambicioso David O. Selznick a Margaret Mitchell para llevar al cine ese éxito editorial como productor independiente. Se la jugó, y el resultado fue una de las pelis que ha definido el Hollywood clásico, con un reparto genial, una brillante adaptación del guion, una factura técnica impecable... Y ese puñetero racismo que, aunque suavizado, sigue presente en la peli.

No hubiera hecho esta crítica de no ser porque uno de los máximos fans de esta película es el no hace mucho fallecido crítico Roger Ebert. Ebert fue siempre un hombre de ideas progresistas, un firme defensor de los derechos civiles y un fan de la cultura afroamericana. Su esposa era negra, y Ebert fue una pieza importante para encauzar la dura pero gloriosa carrera de su guapa novia en los 70, la periodista Oprah Winfrey. Si Ebert, que era un profesional y un progresista demostrado, no tenía ninguna vergüenza ni miedo en declararse fan de la peli, ¿para qué iba a negar yo que me ha gustado? Ya que así ha sido.

En la humilde opinión de este frikazo, la película Lo que el viento se llevó es un puto espectáculo que se come con guarnición la para nada mala pero muy criticable novela original. Dirección, interpretaciones, fotografía, FX (sí, FX), música... Es una glorificación del Séptimo Arte en si era más glamourosa... Aunque no exenta de algún defecto.

 Vivian Leigh está simplemente genial, es la clave para entender el éxito la película y logró un Oscar muy merecido. Su Scarlett transmite a la perfección la lenta evolución de ese personaje de eterna adolescente caprichosa y casi sociópata del libro a base de un impresionante catálogo de expresiones faciales y gestuales e inflexiones de voz, quizá demasiado teatrales para el espectador actual, pero siempre en su sitio. Por su cara se adivina que en ese alterado cerebro pasan muchas cosas. Logra con un solo gesto lo que el libro tarda párrafos en expresar. Leemos a través de ella. Y además es bella y elegantísima Una actuación maravillosa por parte de la actriz británica, con muchos paralelos a la que le reportaría su segunda estatuilla: la Blanche DuBois de Un tranvía llamado deseo (desgraciadamente, el perfil psicológico de estos personajes pasaría a ser el suyo propio en la vida real). Soberbia.

Tras meses de negarse, Clark Gable se vio casi obligado a hecer el papel de Rhett Butler tras un constante acoso por parte de Selznick y la necesidad de divorciarse. Igual que Leigh, Gable evoluciona de alegre rufián respondón y cínico a marido histérico, maltratador y casi psicótico debido a la influencia que Scarlett ejerce (sin quererlo, esta vez). Igual que Leigh, sabe estar siempre en su sitio. En la segunda parte de la peli, el gran galán hollywoodiense asusta de verdad. Aunque siempre odió este papel, está brillante.

Olivia de Havilland merecía haber competido con Leigh en el Oscar como actriz principal. Es uno de los papeles de su vida: la sensible y valiente Melanie tiene unos valores tan retrógrados como el resto de los personajes, pero es uno de los pocos que parece incluso buena persona. Pero - para alegría de De Havilland, que consideró que bien valía perder el Oscar por joder a Selznick - la palma en el reparto secundario femenino se la lleva Hattie McDaniel en el papel de Mammy: antes se la consideraba entrañable. Ahora resulta un poco incómodo verla así, pero, en el papel que le asignan, funciona a la perfección, dando empaque a un personaje que en el libro es muy plano. En la segunda parte de la peli tiene un diálogo impresionante con De Havilland donde expresa una pena y una desesperación tremendas al ver que lo que considera "su mundo" (ay, Señora Mitchell, qué daño hizo Vd.). Dejo a la opinión de cada uno si el hecho de que McDaniel ganara el Oscar por este tipo de papel fue realmente un revulsivo y un paso adelente para los intérpretes negros, pero si nos ceñimos al papel que le tocó hacer en ese contexto, lo mereció. Como lo pudo haber merecido Samuel L. Jackson con su excelsa parodia de ese tipo de personajes en Django desencadenado, pero no obtuvo recompensa, pues se lo comió la insuperable actuación de Christoph Waltz en la misma peli (Jackson se llevó igualmente un buen puñado de premios).

Leslie Howard me ha parecido un tanto decepcionante: siempre le forzaban a hacer el mismo tipo de papel (de hecho no quería hacer la película y creo que no quedó satisfecho con su actuación. Dijo que parecía "un portero de hotel de cuento de hadas"). Finalmente, destaca la presencia del excelente Thomas Mitchell, - que ganó el Oscar al mejor secundario el mismo año en que lo hizo esta peli, pero por su papel en "La Diligencia" de John Ford - como patriarca de los O'Hara.

En el aspecto técnico, cada uno de los varios directores que tuvo la peli aportó su estilo (Cukor, la dirección de intérpretes; Fleming la épica y así) y una sobresaliente edición lo cohesionó todo. El guion de Sidney Howard, re-adaptado en solo 5 días por Ben Hecht, comprime toda la novela en 4 horas sin omisiones excesivamente importantes. Eso sí, aunque suavizados, el racismo y la idealización de la sociedad esclavista siguen allí. La banda sonora de Max Steiner se considera como la segunda mejor de la Historia del Cine. Para qué decir más. La fotografía a cargo de Ernest Haller - y Lee Garmes, que no se olvide - hace un uso magistral del Technicolor de tres colores. Otra clave para entender el éxito la peli son los FX y los diseños: las más de 100 pinturas matte de Jack Cosgrove y su equipo dan una opulencia a la peli y a base de planos trucados crean un mundo ilusorio mucho antes de la época digital. Con los años y viendo la peli en HD, se ve el gran resultado. El diseñador y director William Cameron Menzies - que llegó a dirigir alguna que otra escena, entre ellas el mítico incendio de Atlanta - aporta un suntuoso diseño de producción. Está bien claro que Selznick buscó conscientemente y en todo momento una idealización 100 % mitológica. Todo aquello, como he sñalado sobre la novela, solo que el productor era consciente de lo que hacía y Mitchell no, simplemente, no puede existir.

¿Defectos? A parte de que puede haber envejecido mal para muchos espectadores - el tema de la duración no es problema: esta peli se digiere con mucha facilidad - el gran defecto que le encuentro a esta peli es que según las ideas que tenga uno, es muy posible que logre el mismo efecto de la novela: que casi jaleemos las desgracias que le pasan a esos ricachones. Nunca he sido fan de Spike Lee, y es una persona que me cae fatal, pero logró hacerme llorar como una magdalena con el asesinato de Radio Raheem a manos de la policía en Haz lo que debas. Aquí no me pasa con la muerte de ciertos personajes. Solo el mentado monólogo de Hattie McDaniel logra ponerme algo tristón, pero es su interpretación y la de De Havilland que logran eso, no la pena por lo que le pase a la condená de la Scarlett esa y a su marido maltratador. No es culpa ni de Leigh ni de Gable, por supuesto: es de Margaret Mitchell. El problema que tengo con esta peli está en la fuente de la que bebe, pero sin embargo, y lo digo bien claro, sigue siendo una obra maestra del cine, un hito técnico y quizá la peli que define mejor el concepto "Hollywood clásico". Solo es que no es inmune a ser criticada. Ni esta ni ninguna otra peli.

 Ya que estamos, me apasiona el blaxplotation, y por ello anuncio que habrá una serie de 5 artículos dedicados a 5 pelis para iniciarse en el subgénero (y a sus estupendas bandas sonoras): Sweet Sweetback Badass Song, Superfly y la trilogía Shaft. Más una con libro: Cotton Comes To Harlem.

Y aquí os dejo con la mítica parodia de la peli que hizo el Carol Burnett Show en 1976:




miércoles, 13 de noviembre de 2013

Crónicas del CEFPFIST: Desde la URSS con pavor; Acto 7

Zelgadis y Fülöp empezaron a charlar sobre el Caso Selinova.

"No la he vuelto a ver desde nuestra entrevista, hace tres días, cuando le tomé la foto. Es bonita, eh! Bueno, ella, no la foto, que era una Polaroid de mierda"

"Una dama hermosa"

"Y muy simpática y bien educada. Es un cebo ideal. No creo que todo esto nos lleve mucho tiempo. La recogemos en cuanto se ponga en contacto conmigo, se la mete en un avión privado, os dejamos en Viena y desde allí nos la llevamos a dóndequiera que ella desee largarse y tú a Barcelona con el ordenador. Misión cumplida, la KGB está satisfecha porque has mordido el anzuelo - ya que, sinceramente, dudo mucho que deseen tu captura. Es ese caso, tengo ya preparado un plan B - y ya han colado otra espía en Occidente."

"Mire, Gábor, no es por nada, pero como buen cristiano, soy un bienpensante: ¿Y si le gusto de verdad a la chica?"

"¿Y tú eres el considerado más frío de la Sección Omega, te respondo?"

Zelgadis se quedó cortado. Enseguida frunció el ceño y contestó:  

"Touché. Tiene razón. Si no se demuestra lo contrario, es un agente enemigo. Si es necesario eliminarla, no teman: lo haré rápidamente y no quedarán pruebas..."

"¡Tampoco creo que sea necesario llegar a estos extremos, tito! ¿No te habrás enamorado de ella al verla en la foto y estás en plena fase de rechazo de los hechos, verdad?"

3D intentó ocultarlo pero sí. Fülöp era un hombre sabio, sin duda. Su corazón lo delataba como en un cuento de Poe. No tenía ni idea de si ella había caído rendida a sus encantos, pero por lo que respectaba a él, había caído de cuatro patas en su hechizo. Le gustaban las mujeres con aspecto vulnerable, y la Selinova lo tenía de sobras.

Fulop lo sacó de su atolondramiento:

"De todas maneras, lo veo muy claro. Tres días aquí, un ligoteo y un buen plan de escape: como unas vacaciones para tí, perillán. Tú de momento no te preocupes por nada y visita nuestras dos ciudades: el hotel al que vas es un balneario. Échate unos buenos baños y diviértete.

Eso fue todo lo que tenía que decir Fülöp sobre el tema Selinova. Estaba lleno de confianza y optimismop sobre el tema. El poco tiempo que quedaba lo aprovecharon para disfrutar del Tokaji, las pastas y el café.

El Rolls esperaba en la salida del almacén. Una chica en uniforme oficial del CEFPIFST estaba al lado.

"Perdona si te he hecho esperar, hija, y gracias por estar disponible fuera de horas de servicio"

"No es nada, padre. Y no se preocupe por el tema del hotel, 3D. Es un cliente especial y le esperan aunque sea fuera de horas. Si quiere que pare para comer en algún sitio, le acercaré allí encantada."

"Hay que ver. Esta familia debe tener un poder tremendo aquí si han logrado hacerme pasar por VIP", pensó Zel mientras se metía en el coche. Entonces reparó en que el capó del Lada que los había seguido asomaba por una esquina, quieto.

"Mira, chaval, el Lada de cada día. Ahora te seguirá hasta el hotel. Si es que son un encanto" Fülöp entró la mano por la ventana y encajó manos con Zel. "De nuevo, no te preocupes por nada y pásalo bien. Buenas noches"

"Buenas noches a Vd. también, Gábor"

El Rolls arrancó y se perdió enseguida en la noche.

El conductor del Lada se quedó mirando fijamente como el Rolls Royce se alejaba hacia el horizonte. Fülöp se sorprendió al ver que no arrancaba, pero no le dio más importancia. Tendría órdenes específicas, pensó. El conductor estaba firme en su asiento. Su barriga rajada, sus intestinos salidos. El suelo del Lada estaba cubierto de rojo.

En un piso franco próximo, Blitzkreig quemaba unos guantes y limpiaba un cuchillo de combate balístico, del tipo que usaban la Spetnaz y el KGB... Y de los cuales el CEFPIFST había copiado el diseño.

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Hotel Gellért, 22:34 h.

"Como lo oye, quiero que me cambien de habitación. Esta no es de mi agrado, Si es necesario, pagaré extras"

La voz de Zelgadis sonaba calmada pero firme. El CEFPIFST había reservado para él una notable suite, no parecía que hubiera problemas... Pero 3D poseía un detector de ondas de radio. Tras darse un paseo por la habitación había detectado nada menos que 7 micrófonos ocultos, por no contar que estaban fuera de su alcance: en una silla, en el botón de un sofá, en el botiquín del cuarto de baño, en la cama... Alguien lo había vendido en campo llano. No importaba quien fuera. Había que largarse de ahí.

En recepción, la operadora estaba sorprendida. A su lado, un gerente que pasaba preguntó.

"¿Qué piden?"

"El huésped de la suite 6. Pide un cambio de habitación"

"¿Quién?"

"Un tal Sr. Zelgadis..."

"Ah, sí, un joven con pinta de dandy, que tiene la cara desfigurada. Es un VIP, Ági. Ofrécele lo mejor que tengamos"

"¿Seguro, Sr. Kiralý?"

"Sí"

La joven volvió al teléfono

"Sr. Zelgadis, solo tenemos disponible la suite 12, que es la nupcial..."

"Oh, no me importa eso, señorita. La cojo encantado... ¿Ahora sube un botones con las llaves y para traer las maletas? Es demasiado amable.... No, mujer, no... Dios la bendiga... A usted, buenas noches"

Al cabo de un rato y tras dar propina al botones, Zel estaba instalado en la suite nupcial. Tal y como sospechaba, los del KGB no habían tenido en cuenta que tendría un dispositivo detector. Toda la Sección Omega lo llevaba consigo, sobretodo en misiones en países rivales. En efecto, ningún micrófono.

3D volvió a llamar a recepción:

"Aiolos Zelgadis, suite número 12... Sí, esta es estupenda. De hecho llamaba para que me despertaran mañana a las 8:00 y me trajeran el desayuno... Zumo de naranja, café fuerte, dos salchichas, un huevo frito, pan integral y dos ciruelas... Sí, eso es todo... A Vd. caballero, a la paz de Dios."

Zelgadis se desvisitió, se dio una rápida ducha y se echo a dormir en pelotas. Ocho horitas de sueño reparador...

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A su vez, Fülöp estaba intimando con su amante, Anastasia, una actriz de reparto de pelis de destape que posaba mucho para revistas. Fülöp tenía fama por estar especialmente bien dotado. Estaba el viejo bandarra a punto de entrar a matar cuando Anastasia le respondió.

"Eh, no te he traído preservativos americanos de contrabando por nada, matusalencito."

Fülop se levantó, se giró de espaldas, y, haciéndose el enfadado, dijo en tono de desprecio: "Bah, castradora. ¿Me dejas con el puro enhiesto y me vienes con estas?", mientras se acercaba a coger su condón

Anastasia le siguió  la corriente y se le fue detrás, besándole los anchísimos hombros.

"Ooooooh... El matusalencito se ha enfadado con la nenaaaaaaa..."

"¡Sí!¡Y MUCHO!" exclamó Fülöp entre risas "¡Matusalencito castiga ne..."

*KA-BLAM*

La cama, el mobiliario que la rodeaba, la pared, cristales rotos... Todo voló por los aires. Fülöp se echó al suelo solo oir la detonación llevándose consigo a la aterrorizada Anastasia, que gritaba como loca. La cama les cayó justo encima, protegiéndolos, cuando sonó una segunda explosión, menos potente.

*GOOOM-ZING-ZING*

Fülöp sintió que objetos puntiagudos percutían su piel y desgarraban aquello que iban encontrando. Afortunadamente, el colchón había resultado ser un buen parapeto, y solo unos pocos de estos objetos le dieron, y en puntos no vitales.

Ahora Fülöp solo sentía un terrible dolor músculat y a una chica histérica pegándole gritos en la oreja. Prefería de lejos el dolor. Se miró el hermano pequeño. Aún suerte, no se había quedado en pincho moruno, pero se había quedado bien arrugadete, el pobre...

Entre los gritos de Anastasia pudo oír la preocupada voz de uno de sus hijos, que estaba de guardia: "¡Padre!¿Dónde está Vd?¡PADREEEEEE!".

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Zelgadis se presentó la mañana siguiente en el despacho de Fülöp, que llevaba varios vendajes por todo elc cuerpo. Sus hijos limpiaban lo que quedaba de habitación y el despacho con presteza.

"... Y como a mí me la trae floja lo que digan esos matasanos, me he escapado por la salida de emergencia cuando me han dejado solo un rato. Con los puntos de sutura ya me han dejado como nuevo. Anastasia aún está en estado de shock, pero se pondrá bien. Es una muchachuela fuerte", le contaba el jefe de la estación de Hungría a 3D.

"Así que dos bombas de relojería adosadas al almacén y programadas para explotar una tras otra mientras dormía Vd."

"Un trabajo muy profesional... Creo que es fácil determinar el culpable si tenemos en cuenta que..."

"No creo que sea tan fácil, rapaz. ¡Sándor! Trae mi equipo de pensar"

Uno de los Fülöp se dirigió rápidamente a una caja fuerte que había quedado intacta tras el atentado y sacó un zurrón

"Aquí tiene, Señor"

"Gracias, hijito". Fülöp sacó metódicamente del zurrón un gorro de cazador a cuadros, una capa a cuadros, una pipa y una lupa. Llenó la pipa de tabaco turco, muy fuerte, y encendió con una cerilla.

Zelgadis estaba flipado con el Sherlock Cutre que tenía ante las narices. Recordó que 9G (el agente Megane) le había hablado de que en Japón a disfrazarse de personaje de ficción lo llamaban "cosplay" desde 1983. A Zel le parecía un nombre ridículo. para definir un carnastoltas (como solía contestarle Zeros a Megane).

.. "Y ahora me voy a meter en mi rinconcito de pensar, bajo la moqueta". Fülöp tuvo que arrastrar a Zel bajo la alfombra, que con el humo de la pipa a Zel le parcía una cámara de Spandau. Llegado a un punto,  Fülöp buscó algo en la oscuridad, lo encontró, se oyó un PAF y se abrió una trampilla.


  


 


jueves, 7 de noviembre de 2013

Crónicas del CEPFIST: Desde la URSS con pavor; Acto 6



Budapest, Aeropuerto Ferihegy

El joven parecía salido de una película de los años 40: De tez y cabello morenos, bigotillo a lo Clark Gable, sin patillas, pelo engominado y un vestido de etiqueta con gorra de plato. Debía ser el chófer de algún burócrata que volvía del extranjero, pensaba la gente.

Parecía esperar a alguien con cierta impaciencia en la terminal del chárter proveniente de Viena, cuya llegada había sido anunciada hacía 10 minutos. Como tampoco era muy alto, iba poniéndose de puntillas a ver si veía mejor.

“A lo mejor espera a la novia”, pensaba un representante de una famosa empresa textil deportiva alemana, que venía a traer los diseños de los uniformes para el equipo olímpico húngaro en Seúl.

“A lo mejor no le gusta ir así y va con prisa”, pensó la esposa del Embajador de Cuba, que esperaba a su marido, que venía de una reunión en la RDA.

“A lo peor… Vamos a acercarnos a él”, pensó el lituano representante de una empresa de transportes con sede en Barcelona bajo la apariencia del cual se escondía el agente 3D del CEFPIFST.

Zelgadis pasó haciéndose el despistado cuando el joven lo paró. Soltó su maletín y su maleta de viaje y se paró mirando su reloj digital:

“Disculpe caballero. ¿Qué hora es?”
“Las ocho de la tarde”
“Creo que va una hora atrasado”
“Estos relojes japoneses…”
“Muy bonitos…”
“… Pero nada prácticos”

El joven le cogió las maletas y los dos avanzaron casi mecánicamente

“Bienvenido a Hungría, 3D, ¿Ha tenido un buen viaje?”
“No muy bueno, en Viena me han reconocido unos chavales rusos que iban a un torneo de atletismo. Casi pierdo el avión por ir firmando autógrafos. El héroe del Europeo de 1981, me llaman…”
“Mejor salir de la URSS como un héroe que con los pies por delante ¿No cree?”

El muchacho tenía razón. De cerca observó que su actitud solo podía deberse a los nervios. La mirada de cerca apreció que tenía una mirada viva y aguda, y que debía ser aún más atlético y fuerte que él, pese a no llegar al metro setenta. Olía a colonia de la buena y su diligencia dando el santo y seña y recogiendo las maletas había sido impecable. Era un agente que cumplía a rajatabla el libro de estilo del CEFPIFST. El saludo reglamentario no era obligatorio si se daba correctamente el santo y seña, y en aquel momento era mejor no hacer presentaciones: tenía solo hasta la medianoche para registrarse en el hotel y los detalles secundarios como esos se debían olvidar ¿Era un rookie? Bien lo parecía, pero parecía también que había sido entrenado de manera más estricta que otros agentes. Mientras caminaban por el párking del aeropuerto, a Zelgadis le picó la curiosidad.

“Oiga, si no es molestia, ¿De qué Academia salió?”
“De ninguna, 3D, me entrenó el propio Fülöp Gábor en su casa”

Zel no preguntó más, Gábor Fülöp era uno de los más respetados hombres del CEFPIFST, hasta el punto de que B le dio carta blanca para hacer lo que le diera la gana. Tenía tantos o más derechos que un miembro de la Sección Omega. Y Zel pudo comprobarlo enseguida, impresionado por lo que veía: el agente se había parado ante un Rolls Royce de antes de la época comunista. Estaba impecable, como sacado de fábrica, y estaba cargando allí las maletas.

“Recepción de lujo, veo”
“¿Le gusta? Lo hemos importado directamente de Inglaterra para su visita. A pesar de la situación en que estamos, no queríamos ir a buscarle con un Lada de hace 10 años… Mientras podamos permitirnos lujos…”
“Ah, ya sé, creo que la situación aquí no es muy buena ¿no?”
“Estamos en una crisis terrible, 3D. Pero hay que guardar las apariencias. Hay gente en los barrios periféricos que no puede permitirse ni tan siquiera tener agua corriente. Esas malditas colmenas prefabricadas…”
“Bueno, no estoy aquí por la crisis” Zelgadis hacía ver que quería que no se enrollara, pero en realidad tenían unas ganas locas de subirse al coche.
“Tiene razón, 3D”, dijo el agente cerrando el maletero. “Andando, vamos hacia el cuartel de la Sección”

El Rolls arrancó sin problema alguno y se encaminó por la carretera Ülloi, en dirección al Danubio. El viaje estaba siendo tranquilo, pero Zel reparó en que el mismo coche verde, un Lada, precisamente llevaba siguiéndolos desde hacía casi 20 minutos. Una  vez entraron en el casco urbano y empezaron a circular por los barrios próximos al pardo rio - “Strauss debía estar borracho cuando compuso “El Danubio azul”, pensaba Zelgadis tras ver unas fotos del río pasando por la ciudad en un librito que había adquirido en la escala en Viena -, el coche verde seguía tras ellos, siguiéndolos por las callejuelas.

“Creo que tenemos a un zángano dándonos por culo”, dijo finalmente Zelgadis

El chófer miró por el retrovisor.

“Ah, esos. Pierda cuidado, 3D. Son de la KGB. Es un juego del gato y del ratón: siempre están en la puerta de nuestra sede y nos siguen. Nosotros tenemos a un agente apostado en la embajada de la URSS y los sigue a su vez. Simplemente nos vigilamos y no nos hacemos nada, es como un pacto entre caballeros: trabajamos y dejamos trabajar, como buenos colegas de profesión”

Zelgadis se rió de corazón con el comentario y no volvió a sacar el tema. En un momento dado, al girar una esquina, el Lada siguió recto y abandonó la persecución

“Supongo que ya llegamos, ¿no?”
“Efectivamente, 3D”

El Rolls siguió su camino durante un trecho y se paró ante un viejo almacén textil de ropa deportiva de esa marca alemana que hemos referido antes. Si eran piezas auténticas o no, no era problema de nadie. El almacén, por no tener, no tenía ni cartel y además era más pequeño de lo que parecía. Subieron un largo trecho de escaleras metálicas y el agente abrió con llave una oficina acristalada desde donde se divisaba todo el recinto. Después, con otra llave, abrió un armario, también metálico, con dos estanterías llenas  de papelotes. Entonces, el chico hizo algo inesperado. Se sacó una tarjeta magnética y la introdujo en un punto muy concreto, entre ambas estanterías. Sonó un resorte y un pitido. El agente-chófer empujó ambas estanterías hacia atrás. Éstas se empotraron en la pared y sonó un segundo resorte. Acto seguido, las empujó a los lados, dejando ver una lujosa puerta acolchada, parecida a la que tenía B. Ésta se abrió deslizándose automáticamente para dejar ver un despacho ricamente decorado, a imitación del de un palacete, aunque se veía claro que era casi un decorado. Ya le habían dicho que el jefe en Hungría era dado a estas excentricidades. Una gran araña de techo, que en este caso sí que debía de ser cara, iluminaba la estancia.

Unos escalones bajaban hacia la estancia, que estaba bien enmoquetada. Todo ello daba al despacho el aire de lobby de un hotel de los felices años 20. Al fondo, tras una mesa de caoba y ante una estantería llena de libros, un hombre obeso, también de piel bronceada y con un gran mostacho, hablaba animadamente con otro hombre con el que guardaba un innegable parecido físico. De hecho, mirando a su compañero de viaje, reparó en que también se le parecía.

“3D está aquí, Señor”

Al hombre se giró. Su expresión era jovial y amistosa, aún más que la de 7F cuando estaba de buen humor o pasaba una chica guapa por delante, pero sin esa mirada bobalicona que tanto engañó a la gente de Nie en Jamaica. No parecía un rudo agente secreto, sino, mismamente, un patriarca gitano.

“¡Ah!¡Al fin el hombre deseado!”, cruzó la mesa de un salto y se acercó con los brazos abiertos Zelgadis, dándole tal abrazo de oso que el bueno de Saras se resintió. Las vértebras le sonaron con fuerza pese a su preparación física. “Nuestro chico de las Centrales, la sede y la nuclear, ¡JOJOJO!” Tenía una risa que parecía un single de vinilo a 33 rpm. Lo soltó y se presentó “Hola, muchacho, bienvenido a Budapest. Soy Fülöp Gábor, el que manda el cotarro por aquí. Bienvenido, 3D. ¿O prefieres que te llame Saras?”

“Me está bien Saras, gracias”

“Perfecto, perfecto. A los payos no os suele gustar que os pongamos motes, así que temí que no te gustara” Y se dirigió al agente “Buen trabajo, hijo, ya puedes volver a casa y quitarte esto”

“Sí señor. Buenas noches, 3D, le deseo una feliz estancia”

Y se fue por donde había venido.

“Venga muchacho, sentémonos”, y dirigiéndose al otro agente le dijo “Hijo, tráenos una botella de tokaji y unas pastas y café”

“Enseguida, Señor” 

El hombre marchó de la sala.

“Bien, muchacho, vamos a hablar de la misioncilla esta, si es que se la puede llamar así. ¿Ya tienes a los moscones detrás?”

“Sí. Me informó muy bien su agente. Un chaval muy espabilado: creo que promete mucho”

“Claro que promete. Lo he entrenado yo en casa. Es mi hijo”

“¿Cómo?”

“Sí, ya sabe, las flores y las abejas…”

El otro agente se presentó con lo pedido.

“Muy bien, hijo. Tómate un descanso”

“Sí, Señor”

Y se fue por donde había venido

“Este también es hijo mío”

“Pensaba que lo de hijo era por familiaridad con los agentes”

“Es que es eso: tengo 14 hijos e hijas, y todos trabajan para el CEFPIFST, bajo mis órdenes directas. No hay nada como la sangre para crear confianza. Por ejemplo, el que te ha llevado es el pequeño: se llama Zóltan. Tiene 18 años y medio”.