viernes, 5 de abril de 2013

Cronicas del CEFPIFST. Misión 1: contra el Dr. Nie; Acto 16

El primer acto consciente que hizo Ataru al despertarse fue tocarse el cuello. No. Nadie le había tocado el colgante. Parecía mentira que con todo lo que había sufrido siguieran enteros cadena, cuernos y sartencilla.

Se levantó y se sorprendió al verse embutido en un pijama de algodón, cuando recordaba que llevaba puesto un kimono. Se levantó, aún un poco resacoso y con una barba de tres días y le echó una ojeada al armario. El kimono estaba allí, planchado e impecable. Por algún motivo sentía frío por dentro. Solo recordaba que había estado bebiendo un tazón de leche con cacao cuando perdió el mundo de vista. No recordaba nada de lo que pasó después, así que supuso acertadamente que iba ligeramente drogado. Así, pues, como placebo, se puso el kimono sobre el pijama. Se dirigió al departamento de Lamu y se llevó una sorpresa al verla durmiendo la mona con su sempiterno bikini de tigre.

"Lamu... - Le dio unas plamaditas en la mejilla - ¡Lamu! ¿Estás ahí, cambio?"

La extraterrestre medio abrio los ojos y balbuceó:

"Invierta en Editorial Bruguera..."

Aún estaba un poco ida, así que Ataru le susurró algo al oído. De pronto, 8O reaccionó diciendo, entusiasmada:

"¡Lo sé, cariñín!"

"¿Sabes qué?", dijo Ataru, que hábilmente se había hecho a un lado. "Buenos días, Comandante Inbeda"

"Tchá, era un sueño. Odio soñar."

Si hubiera habido una cámara cerca, Ataru habría guiñado el ojo en esa dirección, pero como no la había, se conformó con hacerse el loco y pasar a otro tema.

"¿Y por qué llevo puesto este bikini?¡Si lo dejé en Tomobiki-tchá!"

Ataru se quedó un poco parado. Así pues, no era el suyo después de todo...

"Bueno", dijo "tenemos que recordar que hoy conoceremos a Nie"

"Sí, pero ¿qué hora es?"

"La hora de la comida con el Dr. Nie. señorita Lamu. Son exactamente las 14:30"

Era Hiromu con otro elegante kimono y su dulce sonrisa.

"¿Cómo no se han vestido aún?" Esta noche les hemos dejado ropa adecuada en sus armarios.

Hiromu se dirigió al armario de Lamu y dejó ver un kimono idéntico al que había llevado ella la noche anterior, cuando le tocó hacer de comité de bienvenida. Ataru se dirigió a su armario y vio un elegante smoking negro.

"Parece que Nie no deja nada a la casualidad"

"No soporta la ropa poco elegante", respondió Hiromu, y con un repentino toque siniestro en la voz añadió "Odia lo horteras que son ustedes en Tomobiki-cho"

Para Ataru fue como si un bloque de hielo entrara en su columna vertebral. Lamu simplemente pensó desdeñosamente "Hasta esto saben, los tíos", pero al mirar a Ataru para hacer una gracia, vio que éste temblaba. Había recordado lo que había olvidado. Su sospecha se hizo totalmente evidente. "Nie"... Nie era  un tipo de temple de katana, el tipo conocía sus debilidades y era familiar con Tomobiki, había pulpos por todas partes...

"Ejem... Dígale a Nie que su buen gusto me abruma, Hiromu-san", mientras acababa de ponerse bien su traje. A su vez, Hiromu aydaba a Lamu a ponerse el kimono, le arreglaba el pelo y le daba unos ligeros toques de maquillaje, todo con una celeridad tremenda.

Cuando hubo acabado con Lamu, el trío salió al pasillo y se dirigió a un acensor. Ataru susurró algo a su compañera:

"Pase lo que pase, no te sorprendas ni muestres debilidad. Lo digo porque es probable que yo sí que la muestre"

El ascensor llegó a destino. Ataru y Lamu salieron, y Hiromu volvió abajo. De nuevo, una instalación excavada en la piedra, con un estilo mezcla de tradición japonesa y high-tech.

"Uau, cariñín, mira eso"

En un acuario se veían especies de peces imposibles de ver en la zona, bellísimos corales, delfines dando vueltas alrederdor sin atacarse con los tiburones que se cruzaban en su camino. Todo ello ampliado a una escala el doble de lo normal.

"Un acuario de esos con lupa..." dijo Ataru sin impresionarse

"Nada de eso, cariñín. Es un enorme holograma. He memorizado la ruta desde que nos han capturado. Estamos de espaldas al mar. Además, se ve claro que estos animales siguen rutinas preprogramadas..."

"Ajá, Lamu-chan, tu siempre tan a la última con la tecnología"

A Lamu le dio un vuelco al oir esa voz. No era la de Ataru; era mucho más aterciopelada, pero la conocía. Miró a Ataru, que sudaba copiosamente, confirmando lo que le había dicho antes... Se giró.

Un apuesto joven de su edad los miraba rodeado por tres fuertes guardaespaldas. Iba con un traje oriental blanco, con zapatos a juego. Las manos en la espalda. Su pelo estaba engominado, sus ojos maquillados y su porte era aristocrático.

"Tchá..." dijo Lamu con una sonrisa solo aparente "Me alegro de verte tras tanto tiempo, Nie, o debería decir... Shutaro Mendo"

Su compañero de instituto y clase, el rival y cordial enemigo de Ataru, los miraba embutido en su sempiterno traje blanco.

"Hola, Lamu-chan, tu belleza deja en ridículo este avanzado holograma. Sin embargo parece que Moroboshi no está tan contento..."

Ataru se giró lentamente y lo miró a los ojos. En ellos se reflejaba un ansia asesina que divirtió a Mendo.

"Tú, hijo de la gran puta... Creía que a pesar de todo eras mi amigo... Has intentado matarnos y te has cargado a dos de los nuestros..."

"La finalidad justifica los medios, Moroboshi, sin saber quién era te has interpuesto en mis planes junto a Perumu de entre toda la gente, y ese negro..."

"Respeta a Pernell. Se sacrificó por nosotrosssss", la ira de Ataru iba en aumento. Lamu vio como los ojos se le encendían, inyectados en sangre.  "¿Y pretendes que comamos contigo como si tal cosa, como cuando íbamos al insti?"

"No lo pretendo. Lo haré. Estás en mi puño, mequetrefe, no tienes donde elegir"

Era verdad. Si soltaba su rabia, los tres guardaespaldas no dudarían en atacar. Eran fortísimos y a pesar de no ir armados con armas de fuego, sí que llevaban porras y phasers. Solo podía perder. Ataru se calmó y su mirada asesina pasó a ser desafiante.

Lamu simulaba no estar sorprendida y de hecho mientras contemplaba la conversa entre su cariñín y el que fuera su rival por sus afecciones vio que todo encajaba. Por eso había ido siempre un paso por delante. Los conocía a ambos de hacía tiempo. Estaba claro que el destino los había enfrentado de nuevo por casualidad, pero que todo lo que habían hecho no había servido de nada. Mission failed, caput, se acabó.

"Así pues, señorita y señor, si me acompañan a un psicolábis les estaré muy agradecido". Sobre una parte elevada había una lujosa mesa llena de manjares. Sin mediar palabra, los tres subieron a la mesa, seguidos de los guardaespaldas, cada uno de los cuales se situó tras sendo comensal.

Un somelier, con su medalla y todo, entró con botellas de vino.

"Ferran, elígeme un vino que vaya vien con estas ostras"

El somelier iba eligiendo el vino. Ataru lo miraba. Cuando se acercó a servir, Ataru le comió la oreja:

"Ferran Musquefa; el sumiller del restaurant Vía Véneto de Barcelona segrestat pel GRAPO, suposo"
"Certament, senyor. Blanc de Perelada del 76. Li sembla bé?" le contestó éste con una suprema chulería disfrazada de cortesía.
"Sí...", contestó Ataru asqueado. La prensa se había hecho mucho eco del somelier barcelonés secuestrado por el GRAPO sin motivo aparente, una vícitma inocente y fácil, el Campeón del Mundo de Somelieres, de pronto desaparecido mágicamente cuando la Guardia Civil atrapó a sus captores confesos. Los dos miembros del grupo terrorista de extrema izquierda habían dicho que se había escapado de su escondrijo en los alrededores de Tarragona.

Mercenarios de fama internacional, expertos en etiqueta, técnicos de primera clase... A saber de dónde había sacado Mendo a esa gente. La familia Mendo tenía buenas conexiones con otras familias ricas de todo el mundo, gente muy influyente y...

"Te estarás preguntando cómo he logrado todo esto más allá de mi inmensa fortuna familiar" dijo Mendo tras meterse un par de ostras entre pecho y espalda "Pues te diré la verdad. Solo he usado una mínima parte de ésta"

Ataru se quedó escuchando muentras comía

"No trabajo ni para mi familia - al menos no que ellos sepan - ni para ningún país. Simplemente trabajo por aburrimiento. Sí. Vosotros dos creasteis a Nie. Cuando de pronto os marchásteis de Tomobiki, todo se volvió aburrido de pronto. Encima, a mi hermana Ryoko le dio la neura definitivamente y se trasladó a la India. Mi prometida Asuka me salió lesbiana de pintalabios. Mis padres se fueron a hacer negocio a EE.UU... Solo. Me quedé solo y aburrido. ¿Ir a la Universidad? Es de perdedores: nuestra familia tiene un cuerpo docente superior homologado solo para mi hermana y para mí."

"Tchá, ha enloquecido. ¿Tan obsesionado estaba por mí?", pensó Lamu

"... Pero entonces alguien se puso en contacto conmigo: ORTEGA"

"¿Quién es ese ORTEGA?¿Daniel Ortega? Me sorprende que los Sandanistas se dediquen a meterse en otras cosas.  Además, siempre han sido leales al CEFPIFST. La Contra ha matado a uno de los nuestros"

"No es ese rojo de mierda"

"¿Es pues un militar sudamericano con aires de Gengis Khan?¿Trabaja para los americanos, los rusos o los chinos?", le interrogó Ataru

"ORTEGA: Organización para el Robo, Terrorismo, Estafa, Guerra y Asesinato. Una especia de alternativa del Club Bildenberg formada por poderosos personajes. Algunos son de hecho miembros del Club Bildenberg"




2 comentarios:

  1. Yo soy de la HORTERA, Horda de Organizaciones Rebeldes Terrestres para la Expansión de Reinos Alienígenas. LoL.

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    1. Pues se iba a llamar BUHARROS, pero no me salió nada para justificar el acrónimo.

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