lunes, 28 de julio de 2014

Crónicas del CEFPIFST: Desde la URSS con pavor, Acto 16

*Toc-to-to-toc-toc*PATAF*

Zelgadis empezó llamando pero medio segundo después consideró que ya no valía la pena preocuparse de nimiedades, así que solo por hacerlo agujereó la puerta de madera de cedro de una patada de pura rabia, abrió de golpe y entró en el departamento.
- Caramba - dijo Amy, que no sospechaba nada de lo que le pasaba por la cabeza a su nuevo enemigo - Qué ímpetu tenemos
- ¡"TENEMOS"!
El gancho de derecha que recibió Amy en toda la mandíbula no fue precisamente de baloncesto.
- *Urf...*
- ¡Zorra!¡Perra inmunda!¡Cacho de mierda agnóstica!¡Lo has logrado!
- ¿Lograr qué? - La hostia la había dejado bien desorientada, pero sabía encajar: solo tenía una pequeña marca rojiza en la mejilla.
- Matar a Fülöp, ¿qué si no? - 3D se hallaba en modo ejecución y parecía imparable. Agarró de los pelos a Amy, medio abrió el distribuidor y la lanzó contra la cama en que hacía minutos se habían amado. Echando mano de la Desert Eagle, con una mano, con la otra apretaba la cara de Amy contra el colchón. Luego le retorció una de las manos.
- ¡Habla!¡Suelta todo el plan o te rompo cada uno de los dedos de esta mano a culatazo limpio! ¿Quién te ordenó que hicieras de cebo?
- ...
- ¡Hazlo! 

Pero Amy no abrió la boca. Con la cabeza ladeada hacia él, su mirada no era de miedo. Era una mezcla de resignación y desafío. Zel se quedó parado ante la tranquilidad de la joven rusa. Finalmente, Amy habló:
- ¿Sorprendido, gallito de rectoría?¿Creías que la frágil y pavitonta Amy iba a llorar y a pedir clemencia? Estás muy equivocado, protomacho de los cojones. Como todos los que os créeis que las mujeres espías somos como las de las pelis. En la KGB nos preparan para estas cosas a conciencia.
Las palabras eran soltadas con seriedad y calculando mucho el tono de voz.
- Mira , 3D, de agente a agente: haz lo que quieras, pero te voy a decir algo. A) Yo no sabía nada de que iban a matar a Fülop. Lo admiraba y llegué a tenerle aprecio, así que deseo vengarme tanto como tú porque B) me da que quien me dio las órdenes me engañó, y la verdad, habiendo visto y tratado a ese ser prefiero cualquier cosa que me hagas a lo que haga esa persona C) en conscuencia creo estamos en el mismo barco. Y, lo más importante, D) hagas lo que me hagas eres el único hombre que de verdad me ha hecho feliz en mi vida, aunque sea por unos días. Me he sentido realizada como mujer y me he enamorado en serio. Ignoro si sientes lo mismo por mí, enemigo mío, pero te amo. Y lo seguiré haciendo aunque acabes conmigo, cosa que te pondría difícil, pues valoro mi vida.
Y acto seguido se incorporó con la rapidez de una bailarina y dio un cabezazo en la frente al ablandado Zelgadis.
Zel cayó, la frente sangrando, soltando su arma. Amy, sangrando a su vez, la recogió. Apuntó a Zel con su propia Desert Eagle.
- ¡Cómo sois los hombres! - Con un movimiento ágil de la mano giró el arma y se la ofreció a 3D - Pero de alguno tenía que enamorarme...
Zel cogió la pistola de su mano. Su imagen de ensueño de Amy desapareció y vio solo a una mujer... Una mujer aún más ideal de lo que se imaginaba: fuerte, valiente, capaz... Estaba mudo de admiración.
- No sé que tramarán por ahí, pero es hora que vayamos aún más de la mano, Saras. Temo que seamos víctimas de una maquinación donde el ordenador ese solo es una pequeña parte. Vamos, campeón... Somos compañeros de oficio. Estas cosas pasan.
Ayudó a Saras a levantarse.
- Vamos a adecentarnos y al vagón restaurante para tomar unas copas... - los ojos de Amy brillaron, lagrimeantes. Su profesionalidad como agente del KGB también tenía sus límites - ... Por el gran Fülop Gábor.
Zel rompió su silencio
- ¿Estás segura de que tienes solo 18 años?
Amy sonrió con afecto
- No sabes como son los institutos en Moscú, matusalén. Una tiene que aprender a defenderse solita...

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El tren prosiguió su ruta durante unos días sin mayores incidentes. En unos bellos suburbios de Zagreb cerca del monte Medvenica, que en ese momento no tanían nada de bello por ser ya negra noche, el hijo pequeño de Fülop esperaba con un coche la llegada del tren. Según lo planeado, Zel debía tirar del cable de alarma cuando el tren se acercase al punto de extracción. Pero no fue así. El Orient Express pasó raudamente delante de sus narices. Enseguida, el joven se metió en el coche, puso en marcha una radio y se comunicó con alguien.

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Zagreb
02:10 AM 

A pesar de las altas horas, la bella Glavni kolovdor de Zagreb estaba llena de bullicio. Muchos trenes nocturnos llegaban a esa hora, los noctámbulos de la ciudad iban a los bares abiertos y las putas y los chaperos hacían su negocio en los alrededores y los lavabos ante una policía que hacía la vista gorda.

Un tipo enorme y rollizo, que superaba los dos metros y que tenía todo el aspecto de haber sido sacado de la cama, daba vueltas nerviosamente por el andén esperando la llegada del tren más lujoso del mundo. En su rostro se veían los rasgos de la familia Fülop. No tuvo que esperar mucho. El tren llegó con puntualidad. Así que paró, el tipo buscó a un joven de inconfundible aspecto debido a su cara mutada por la radiación. No fue difícil encontrarlo.

- Disculpe caballero. ¿Qué hora es? - preguntó el orondo agente
- La una de la madrugada. - Contesto el hombre, cuyo rostro parecía repentinamente turbado.
- Creo que va una hora atrasado.
- Estos relojes japoneses…
- Muy bonitos…
- … Pero nada prácticos... Suerte que he podido encontrarte. ¿Pero ande vas tú, giliposhas? Mi hermano te estaba esperando en el punto de extracción y no le has dado al freno ¡Menudo susto se ha pegado el pobre chaval!

El hecho de que no solo se pareciese a su padre con más pelo y perfectamente afeitado sino que hablara como él lo hacía todo más difícil.

- Agente Fülop...
- Kornel para tí, compañero, y nada de hablarme de usted. Ya me acerco a los cuarenta, pero uno se siente bien joven.
- Bien, será más fácil así. No me andaré con rodeos... Kornel: vuestro padre ha fallecido en acto de servicio.

La soñolienta y bonachona expresión del rostro del agente cambió gradualmente a una de incredulidad, abatimiento total y rabia asesina. Agarró a Zel por las solapas.

- ¿QUIÉN-HA-SIDO?¡ESCÚPELO!

Zel se mantuvo tranquilo. Era la reacción esperable. Habló poco a poco, tranquilamente y en voz baja

- Ya no importa. Tu padre le dio lo suyo antes de sucumbir.

Fülop Kornel lo soltó, tras la primera reacción, se le volvió a nivelar la cabeza.

- Perdona, chico. Perdona... No voy a preguntar por detalles; de eso se encargará el forense ¿Sufrió?
- No lo creo.
- ¿Qué has hecho con el cuerpo? No creo que Tayfun pudiera esconderlo así como así. No preguntes, sé que trabaja en este tren: yo se lo presenté a padre.
- Soborné al Jefe de Personal del tren por medio de tu amigo Tayfun con un bonito cheque al portador y lo metieron en el depoartamento frigorífico, a él y al asesino. He preparado un pequeño informe.

Zel le entregó un par de papeles doblados que Kornel guardó en un bolsillo interior de su americana. También le entregó algunas pertenencias de Fülop: dos pipas de fumar, una cartera con toda la documentación y el dinero, y un reloj. Lo que pudo recoger. Kornel las abrazó contra su pecho. Realmente Fülop Gábor era reverenciado por su familia,

- Ahora, escúchame bien. Ya que conoces a Tayfun, él traerá los cadáveres. Habla con el jefe de estación, los agentes de policia y la delegación local del CEPPIFST...
- De esto no te preocupes: Ante Halilovic, el jefe de la delegación en la ciudad, está en el párking esperando noticias. Él se encargará de todo y hablará con Belgrado y Estambul. Porque supongo que me vas a decir que Tayfun está en este momento sacando discretamente los cuerpos y tal...
-  Bien - Zel tuvo que hacer esfuerzos para no sonreír, porque Halilovic y él no tan solo se conocían bien, sino que se llevaban un pique amistoso y apostaban juntos en los campeonatos de selecciones de baloncesto - Veo que estáis preparados. Entonces solo queda una cosa que decir: la Selinova y yo seguiremos ruta hasta Ljubljana e intentaremos alcanzar Venecia por carretera.
- ¿Seguro que esa pelandusca no sabe nada?
Zel se tocó sin querer el vendaje que llevaba en la frente.
- Es tan víctima como tú o yo.
- De acuerdo, tomo tu palabra. Total, también eres soviético.
Zel iba a decir que "lituano", pero se calló.
- Como comprenderás, necesitaremos un enlace que nos ayude con todo el tema técnico y logístico en Ljubjana...
- Claro. Me pondré en contacto directo con B.
- ¡Pero ante todo, éxijele a B que no me envíe otra vez a los agentes Tadermolo y Mifolén, eh! Que aún me acuerdo de lo que pasó con ese asunto de drogas hace dos años en Teherán, que a Tadermolo se le ocurrió disfrazarse de Salman Rushdie e ir por la calle y a Mifolén haciéndome conducir un coche vestido de lagarterana. Aún me duelen las pedradas. Y encima el narco se salió con la suya y nosotros tres por piernas. ¿De acuerdo?
- Tadermolo y Mifolén... Así se lo diré.
- Dicho esto, debo volver al tren. Mis más sinceras condolencias y que Dios sea con vosotros.

Y los dos agentes partieron vías sin saber que Blitzkreig, aparentando comprar un periódico y unas chucherías justo allí al lado, lo había oído todo.


1 comentario:

  1. Buen capítulo para quitarse el mono de CEFPIFST.

    A comentar,

    - "la lanzó contra la cama en que hacía minutos se habían amado", minutos antes, o lo que es lo mismo, desde el 15 de Mayo.

    - Halilovic, ¿de qué me sonará ese nombre?

    - Aparición estelar de los agentes especiales Tadermolo y Mifolén.

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