¡Oh! ¡Que en paz descanse! Qué triste. Hola, ahijado mío, sé que estoy ausente, pero aquí me tienes. Ya respondí a tu comentario en mi blog, muchas gracias por compartir la anécdota sobre Tolkien conmigo, me ha causado mucha gracia. Espero estés bien. ¡Feliz año! Saludos.
¡Oh! ¡Que en paz descanse! Qué triste.
ResponderEliminarHola, ahijado mío, sé que estoy ausente, pero aquí me tienes. Ya respondí a tu comentario en mi blog, muchas gracias por compartir la anécdota sobre Tolkien conmigo, me ha causado mucha gracia.
Espero estés bien. ¡Feliz año!
Saludos.