lunes, 15 de octubre de 2012

Crónicas del CEFPIFST: Misión 1, Contra el Dr. Nie; Acto 6

Walpole, Ataru y dos agentes se meten en un Land Rover Series III nuevecito, con distintivos de la policía. Uno de los agentes arranca el coche y enciende la radio. Entre corte y corte por avisos entre vehículos policiales, la emisora de radio ZQI echa un programa musical que emite los últimos éxitos del reggae. Culture, Eddy Grant... Anda, ahora echan un clásico de Third World - Now That We've Found Love - entre medias. A Ataru le encanta Third World. Anda que había bailado con chicas en la disco allí en Tomobiki. Incluso con Lamu una vez que se puso muy farruca y lo obligó a una cita so pena de comerse unos burritos preparados por ella. A veces hay que ceder ante la violencia... No sabía por qué se había acordado de ella así, de pronto. Ahora están echando lo nuevo de Black Uhuru... La canción de éstos últimos parece ir directamente contra el estamento policial. Ataru la escucha con atención.

"No es que caigan muy bien, ¿no?", le pregunta Ataru a Walpole
"Y qué menos", contesta Walpole
"¿Eh?"
"Aquí no nos vigila nadie, y estos dos me son muy fieles. Odio trabajar al servicio de Spaulding. Está llenando el cuerpo de jóvenes que estarían mejor en la cárcel que en otro sitio".

Uno de los agentes interviene:

"Los M16 han sido una pesadilla constante, Comandante Moroboshi. Hace dos años me mandaron con unos cuantos más a detener a un narco gracias a un soplo. Hubo un tiroteo ante su casa. Recibimos órdenes de disparar a discreción. El lugar estaba lleno de civiles, y no estábamos acostumbrados a manejar el rifle. Íbamos muy mal preparados. Cuando disparé por primera vez, el retroceso me hizo mover mal la mano.  Maté a un pobre chico que pasaba con un monopatín y un radiocasete en el hombro... Cada noche tengo pesadillas. Estuve en el entierro y detuvieron al padre del chico porque insultó al Ministro en plena calle. Él nunca ha sabido quién soy yo, pero a veces lo veo y... Intenté suicidarme dos veces en las semanas siguientes, pero no tengo cojones y sí una familia que alimentar"

El otro añade:

"A mi hermana la pillaron en la cama con un activista político. Los mataron unos polis blancos borrachos a porrazos. Cuando tuve que identificar el cadáver..." Empezó a sollozar, pero se calmó enseguida y tan solo añadió una cosa "Spaulding tuvo buen cuidado de mandarlos al otro lado de la isla, porque eran del SWAT y no podía prescindir de ellos" 

"Ya lo ve, Comandante. Corrupción y violencia. Nuestro pan de cada día."

Ataru asiente con frialdad. Se acuerda de lo que había leído sobre él. No. Este asesinato no ha sido cosa de Spaulding, pero en instituciones públicas mandadas por tales personajes, así iba el mundo.

Entretanto, ya casi están en el objetivo. El Land Rover para ante un cottage pintado de color blanquecino y de aspecto muy acogedor. Lo rodea un considerable jardín repleto de parterres y hermosas plantas, el cual está atravesado por un sencillo camino de gravilla. Los dos agentes montan guardia mientras Ataru y Walpole atraviesan el camino.

"Sin duda, este jardín habrá facilitado bastante las cosas a esos tipejos, ese parterre de la izquierda está bastante removido...", Ataru está haciendo sus primeros pinitos como detective

"En efecto. Los asesinos dejaron tres pares de huellas de calzado deportivo ¿Ha visto las fotos en el dossier?".

"Sí. Juzgando por la suela, creo que eran unas deportivas de esas anticuadas, tipo Converse. Hay un agente nuestro que es mucho de llevarlas. Jugaba a baloncesto..."

Llegan al porche. Las ventanas están, en efecto, rotas, y hay huellas de barro ante todas ellas. Walpole abrió la puerta con una llave maestra. Estaba entera. Los asesinos no parecían haberla usado. Walpole y Ataru entran para ver la escena del crimen tal y como estaba cuando la policía acudió, según el dossier, alertada por un vecino que había visto como tres tipos bajaban de una furgoneta preparando sendas armas.

Las siluetas de los cuerpos están perfectamente posicionadas de acuerdo con las fotos del dossier. 

Ha sido un asesinato a sangre fría, sin motivos aparentes. Entonces Ataru ve el archivador.

"Han examinado el armatoste este?"
"Sí. No hay huellas y ni señales de que los cajones hayan sido abiertos"
"¿Los han abierto ustedes?"
"Ni hablar. Pensamos que estos detalles corrían de manos de Vds."
"¿Seguro?"
"Sí. ¿Por qué?"
"Han acertado, pues. Hay algo que en la academia nos ponen como básico."
"¿Qué es?"
"¿Tiene una lupa?"
"Claro"

Ataru acerca la lupa al lado izquierdo de los cajones y preocede a abrirlos.

"A ver: A-C, correcto, C-F, correcto; F-M, correcto, N-T... No."
"¿Qué es lo que no va bien?"
"Se lo mostraré. ¿Pinzas?"
"Sí, aquí tiene"

Ataru abre el archivador, "T-Z". Walpole , muy atento, cae en la cuenta de que algo, muy fino, casi invisible a simple vista, ha caído de un lateral. Ataru coge las pinzas y recoge lo caído de la moqueta.

"Un pelo..." Dice Wapole "Dios.. No... el viejo truco. Es tan sencillo... Esto es de peli de espías de los sesenta, eh!"
"Sigue siendo útil en el año del Mundial de México: El pelo metido disimuladamente con un poco de saliva entre las puertas de un armario o en el lateral de un cajón. Lo han ocultado bien: solo se veían las puntas y el resto del pelo, sin duda de la pobre Corina., estaba oculto dentro del cajón. Al abrir los tres primeros cajones, ha caído un pelo, pero del N-T no. Eso significa que o lo han abierto o los Barrett eran muy despistados. Lo dudo. Barrett y señora tenían una hoja de servicios impecable. Lo, digamos, malo aquí es que nuestro jefe da una gran libertad de acción a los agentes., y tiene derecho a hacer sus propias pesquisas si no van en contra de las misiones o los principios del CEFPIFST, por lo que es casi imposible determinar exactamente qué buscaban. Además, la base de datos informatizada de la que disponían los Walpole ha sido borrada para evitar un hackeo..."
"Ha... ¿Qué?"
"Espionaje informático. Usaremos trucos antiguos, pero en eso vamos al día".
"Por lo que dice, no puede usar el computador, ¿me equivoco? Hubiera sido de gran ayuda..."
"No. Lo único que hemos descubierto es que no han robado nada. Y estoy convencido de que no habrán huellas allá donde hayan robado. Se han usado guantes, como pone en el informe, pero ahora sabemos que no solo ha habido asesinato, sino un posible robo de documentos".

Ataru sigue merodeando por ahí, pero no encuentra pistas concluyentes más allá de saber que el móvil del asesinato puede haber sido la sustracción documental. Lo único fuera de lugar, una foto de Garrett con un marinero. El agente fallecido lleva en las manos una caja con pedruscos. Es una foto extraña.

"Walpole..."
"Diga, Comandante"
"¿Se sabe por casualidad si Garrett tenía un hobby?"
"¿Cómo cuál?"
"La geología, por ejemplo. Tengo una amiga a la que le encantan los fósiles y estas cosas" Dice en referencia a Lamu y la mala costumbre que tenía de crear monstruos prehistóricos con lo que iba encontrando en excavaciones por las montañas. Con el tiempo y estando más acostumbrada a a la Tierra, se limitó a buscar fósiles para intentar volverlos a la vida con quién sabe qué métodos. Suerte que limitaba esa actividad a su nave, no quería ni imaginar lo que hubiera armado soltando trilobites en la playa.
"Esa información no la tenemos, pero podemos llevarle con amigos de Garrett. De las 19:30 a las 21:00 es cuando el club social al que pertenecía está en su punto de máxima actividad".
"Bien. no perdamos más tiempo, pero antes... ¿Puedo llevarme esta foto?"
"Es irregular, pero total, con Spaudling de ministro,  la línea entre regular, irregular y criminal es tan fina... Cójala, Comandante, le será más útil a usted que a nosotros"

Ataru quita la foto del marco y marcha con Walpole. Antes, mira hacia atrás y se dice "¡Dennis... Corina... Os vengaré, lo juro, o pereceré en el intento!"

Cuando entran en el Land Rover, Ataru le pide a Walpole un bolígrafo. Tras pensárselo un poco,  garabatea "愛してるよ, ラム -- ダーリン". Con los baches de la carretera le queda un poco desigual la letra.

"Walpole,  lo he conocido hace apenas unas horas, pero creo que puedo confiar en usted. Tengo la sospecha de que van a seguir yendo a por mí. Si por alguna razón no sobrevivo, solo quiero que mande esto a la valija con mis pertenencias que el CEFPIFST enviará a mis allegados. Cójalo y quédeselo antes de que me de por romperlo. Estoy en un momento de debilidad".
 "No sea tan negativo, Comandante. Me da a mi que nos enterrará a todos. Pero, en fin, si le hace feliz, le juro ante Dios y estos dos testigos que lo haré".
"Oído, Teniente", dice el copiloto. "Ha puesto su honor en juego ahora mismo, no lo olvide". 

En el ambiente se respira un aire negativo. El conductor pone una emisora de música de actualidad. Echaan el último éxito de los Dire Straits. Esto anima un poco al personal mientras se encaminaan aKingston's British Gentlemen Club.


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TRIVIA 

Land Rover: Estaba haciendo mans y mànigues por sacar un Land Rover en esta historia. Me encanta ese coche, y lo veréis con frecuencia en las historias que escribo, porque me va, aunque no sepa conducir.

 

La música de la ZQI: He elegido tres canciones Reaggae del año 1986, en plan comercial, nada de productos dirigidos a minorías, más un clásico reggae- discotequero de 1978 (en realidad una versión - debo reconocer que mejorada -de un tema de 1973 por uno de mis grupos vocales favoritos, los O'Jays, de Philadelphia).

Culture: Love Yu Neighbour 

 
Eddy Grant: Blood Money  


Third World: Now That We Found Love; esta canción tendrá cierta incidencia en el argumento, pero nada especialmente importante.

  

Black Uhuru:
                          

 

Modelo elegido para el cottage: ¿No es una monada? Esta foto ha sido tomada en Jamaica, en los alrededores de Kingston, parece ser.




El pelo en los cajones (es que me estaba quedando la cosa demasiado seria): James Bond usaba en la novela de Ian Fleming tres métodos para ver si le habían registrado la habitación del hotel: Marcar el nivel de agua del retrete, poner talco en su maleta y un pelo entre las puertas de un armario. He cogido lo del pelo porque siempre me ha parecido una idea divertida.

El mensaje: No lo voy a traducir, pero es algo que Ataru le diría a una persona especial... En su lecho de muerte (de hecho es una expresión raramente usada en Japón por cuestiones folklórico-sociales y menos por parte de un hombre). Por una vez, Ataru intentará ser fiel a su palabra. Pero antes tendrán que destruirle, y no les será nada fácil.

La música de la emisora de los éxitos: Que levante el dátil el que no conozca esta canción de los Dire Straits. Uno de los grandes éxitos de 1986 y de los 80 en general.



Como me he tenido que currar bastante este episodio, debo hacer lo posible por erradicar la anticomentaritis, por lo que a media mañana he perpetrado dos seuestros, así que even if you don't speak fuckin' Spanish, leave a fuckin' comment, for fuck's sake. OR ELSE...



  
¡COMENTAD, COMENTAD, MALDITOS!





2 comentarios:

  1. Pues sí, un capítulo realmente bueno y muy interesante, aunque los errores tipográficos le restan crédito.

    En cuanto a la anticomentaritis, he preparado una "trampa" que aparecerá a final de mes en el Månatlig Sumario Finale de este mes, a ver si funciona.

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  2. Ortografía revisada. Gràcies, tito.

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