Episodios anteriores:
Misión 0: El reclutamiento (100 % mía)
Acto 1
Acto 2
Acto 3
Acto 4
Misión 1: Contra el Dr. Nie (aquí empieza el laaaaargo homenaje a 007)
Acto 0
Acto 1
Addenda Acto 1
Acto 2
Acto 3
Acto 1
Acto 2
Acto 3
Acto 4
Misión 1: Contra el Dr. Nie (aquí empieza el laaaaargo homenaje a 007)
Acto 0
Acto 1
Addenda Acto 1
Acto 2
Acto 3
__________________________________________________________________________________
Kingston, Ministerio de Justicia, 17:35 h
Los tres guardias a la puerta del Ministerio de Seguridad Nacional y Justicia ven un Le Baron con dos pasajeros. Pasan de él. Se les ha dado la orden de atender al tipo cuya foto les han enseñado, el agente 7F, cuya llegada en taxi está prevista más o menos para esta hora. Solo cuando el Chrysler para delante del Ministerio ven que, con un poco de barba y un traje gris claro con corbata azul y levantándose unas gafas de sol está al volante en joven uniformado de la foto oficial. En el asiento de detras hay un tipo aún mejor vestido, descansando su cabeza sobre la puerta del coche.
"Buenas tardes, señores, me llamo Moroboshi, Ataru Moroboshi. Tengo una cita con el ministro Spaulding".
Los tres se cuadran marcialmente y uno de ellos, un señor de unos 50 años y de rostro serio pero amable le contesta:
"Le esperábamos, Comandante Moroboshi. Soy el teniente Walpole. Tenga la bondad de bajar: mis chicos le aparcarán el coche en el patio trasero."
Ataru obedece, deja las llaves puestas y se dirige a uno de los jóvenes guardias:
"De paso, buscadle alojamiento a mi amigo. Se muere de cansancio."
Ataru y Walpole suben la escalinata que lleva al edificio del Ministerio. El guardia que iba a conducir el coche se dirige al pasajero. Solo cuando lo toca para despertarlo nota el frío y la rigidez. Entonces ve que es un cadáver. Muy impresionado, corre hacia la Comandancia.
Walpole y Ataru están en el vestíbulo. Comprobación rutinaria de equipaje. Walpole pregunta:
"No esperábamos que viniera Vd. en un coche particular, y menos acompañado."
Los tres guardias a la puerta del Ministerio de Seguridad Nacional y Justicia ven un Le Baron con dos pasajeros. Pasan de él. Se les ha dado la orden de atender al tipo cuya foto les han enseñado, el agente 7F, cuya llegada en taxi está prevista más o menos para esta hora. Solo cuando el Chrysler para delante del Ministerio ven que, con un poco de barba y un traje gris claro con corbata azul y levantándose unas gafas de sol está al volante en joven uniformado de la foto oficial. En el asiento de detras hay un tipo aún mejor vestido, descansando su cabeza sobre la puerta del coche.
"Buenas tardes, señores, me llamo Moroboshi, Ataru Moroboshi. Tengo una cita con el ministro Spaulding".
Los tres se cuadran marcialmente y uno de ellos, un señor de unos 50 años y de rostro serio pero amable le contesta:
"Le esperábamos, Comandante Moroboshi. Soy el teniente Walpole. Tenga la bondad de bajar: mis chicos le aparcarán el coche en el patio trasero."
Ataru obedece, deja las llaves puestas y se dirige a uno de los jóvenes guardias:
"De paso, buscadle alojamiento a mi amigo. Se muere de cansancio."
Ataru y Walpole suben la escalinata que lleva al edificio del Ministerio. El guardia que iba a conducir el coche se dirige al pasajero. Solo cuando lo toca para despertarlo nota el frío y la rigidez. Entonces ve que es un cadáver. Muy impresionado, corre hacia la Comandancia.
Walpole y Ataru están en el vestíbulo. Comprobación rutinaria de equipaje. Walpole pregunta:
"No esperábamos que viniera Vd. en un coche particular, y menos acompañado."
"Eso es un decir, Teniente. Está muerto" - El teniente mira a Ataru sorprendido - "He esparado a que estuviéramos dentro para decírselo. Era un esbirro enviado presuntamente por este Ministerio..."
"Una de nuestras secretarias me avisó de que había llamado por si le habíamos mandado un chófer. Así que era eso. Ya decía yo que ese tipo iba muy bien vestido..."
"Casi se me olvida. Van a hacerle la autopsia ¿no? ¿De paso, pueden analicarme si esto contiene algún componente mortal más de los que ya contiene? Si puede ser, lo quiero para ayer."
Ataru le alarga, envuelto en un pañuelo, el pitillo con el que se mató el chófer. El teniente también lo huele. Pone una expresión resignada y enseguida le responde.
"No será necesario, Comandante, hemos tenido más casos como este. Ese tipo se ha suicidado. El filtro lleva una alta concentración de cianuro, suficiente para matar a un caballo. El filtro venenoso es un método de suicidio muy usado por varios servicios secretos, y por los narcos de por
aquí." - Walpole pone tono de reproche - "¿Acaso desconocía este método?"
Ataru le alarga, envuelto en un pañuelo, el pitillo con el que se mató el chófer. El teniente también lo huele. Pone una expresión resignada y enseguida le responde.
"No será necesario, Comandante, hemos tenido más casos como este. Ese tipo se ha suicidado. El filtro lleva una alta concentración de cianuro, suficiente para matar a un caballo. El filtro venenoso es un método de suicidio muy usado por varios servicios secretos, y por los narcos de por
aquí." - Walpole pone tono de reproche - "¿Acaso desconocía este método?"
"En la Sección Omega se nos aleja de las drogas blandas. No fumamos, y una chica que sí lo hacía lo dejó al entrar en la Sección". Responde Ataru como un robot.
"Respuesta pre-preogramada,¿eh? Está bien que no fumen, pero deberian educarse sobre este tipo de material y no solo sobre la mercancía dura. Un Comandante no puede permtirse fallos como este. Se lo digo porque veo mucha promesa en Vd. Estudie el tema; le será útil en el futuro."
Ataru escucha el amable consejo con atención. Higeoyaji siempre les decía que escucharan a los veteranos que pudieran encontrarse durante las
misiones. Walpole le devuelve el pitillo.
"Muestréselo al Ministro. Esto le convencerá de que se trata de un tema serio. No se lo toma como algo muy importante, ¿sabe? Los asesinatos son el pan de cada día, aquí, pero no suelen acabar en fracaso y suicidio del homicida."
Tras atravesar varios pasillos, Walpole le abre una sala de espera con una secretaria de rasgos orientales. Tiene que esperar un rato delante del despacho del Ministro: Sir Winston Spaulding. Ataru tiene pésimos informes sobre él. Se le achacan casos brutalidad policial y alguna que otra asociación pro-derechos humanos lo tiene en el punto de mira. Desde su entrada en el ministerio en 1980 se calcula que la policía jamaicana ha matado a más de 250 personas. Quién sabe cuántos eran inocentes.
"La federación puede ser muy cruel... Mucho..." Las palabras de Shunsaku-san resuenan en su cabeza. A eso se refería. Iba a tratar con un tipo sospechoso de asesinatos y prácticas corruptas. Pero para iniciar su investigación, debía llevarse bien con él. Qué asco.
De pronto. Mira a la secretaria, que no le ha dicho nada, ya que está enfrascada en introducir datos en un IBM un poco anticuado. Es bellísima.
Antes, se hubiera lanzado sobre ella sin dudarlo, pero el Tratamiento lo había vuelto más pasivo y observador. Tiene una larga melena pelirroja (probablemente teñida, pero le está muy bien) con preciosos rizos y muy buen cuerpo. Le recordaba a la rival de Lamu, Ran, solo que con más sex-appeal y una mirada más astuta. Sus rasgos indican orígenes orientales: seguramente una descendiente de los muchos chinos que se instalaron en Jamaica a inicios del S.XX. Ataru decide romper el hielo:
"Ni hao, Miss."
"Ohayo, Comandante Moroboshi" - le dice la joven en un claro japonés, con un ligero deje caribeño.
Ataru se queda con la boca abierta. Sigue en japonés.
"¿Es usted japonesa?"
"No, pero mis padres sí lo son... A todo esto, qué incompetencia por mi parte: me llamo Akemi. Akemi Roppongi.
"Encantado, Roppongi-san"
"No es necesario que seamos tan formales. Creo que tenemos la misma edad, más o menos. Llámeme Akemi a secas y tutéeme si quiere."
"Bueno, pues encantado de conocerte, Akemi. No imaginaba encontrar a una jamaicana de origen nipón. Y devuélveme el tuteo si quieres."
La secretaria le lanza una enigmática sonrisa
"De momento me debo a mi trabajo. Si me permite, lo dejaremos en Ataru-san"
"Jo, que formal", piensa Ataru.
Suena un teléfono
"¿Sí, Mr. Spaulding? Sí, se encuentra aquí. ¿Quiere verlo ya mismo?¿Con Walpole? Bien. Los haré pasar." Cuelga "Pase, Ataru-san, el Ministro le espera. Teniente Walpole, tenga la bondad de entrar Vd. también."
El despacho del Honorable Ministro de Seguridad Nacional y Justicia es más ancho que largo y está decorado al estilo colonial. Una bellísima alfombra persa fija en el suelo cubre el camino desde la puerta del despacho y las cómodas sillas ante la mesa del Ministro. Spaulding es un
hombre de mediana edad, más bien joven, alto, enjuto, de mirada aguileña tras las gafas de pasta. Su gesto es serio, casi hasta resultar pomposo, las comisuras de su estrecha boca formando un arco descendiente. Su peinado a navaja resalta su aire autoritario. Está firmando
unos documentos con una carísima pluma de oro de 32 quilates. Ataru acierta a ver sus iniciales marcadas en la misma mientras se sienta en la mesa, pues Walpole le ha indicado que se dirija directamente a la mesa. El Teniente se ha quedado de pie en la puerta.
Ataru escucha el amable consejo con atención. Higeoyaji siempre les decía que escucharan a los veteranos que pudieran encontrarse durante las
misiones. Walpole le devuelve el pitillo.
"Muestréselo al Ministro. Esto le convencerá de que se trata de un tema serio. No se lo toma como algo muy importante, ¿sabe? Los asesinatos son el pan de cada día, aquí, pero no suelen acabar en fracaso y suicidio del homicida."
Tras atravesar varios pasillos, Walpole le abre una sala de espera con una secretaria de rasgos orientales. Tiene que esperar un rato delante del despacho del Ministro: Sir Winston Spaulding. Ataru tiene pésimos informes sobre él. Se le achacan casos brutalidad policial y alguna que otra asociación pro-derechos humanos lo tiene en el punto de mira. Desde su entrada en el ministerio en 1980 se calcula que la policía jamaicana ha matado a más de 250 personas. Quién sabe cuántos eran inocentes.
"La federación puede ser muy cruel... Mucho..." Las palabras de Shunsaku-san resuenan en su cabeza. A eso se refería. Iba a tratar con un tipo sospechoso de asesinatos y prácticas corruptas. Pero para iniciar su investigación, debía llevarse bien con él. Qué asco.
De pronto. Mira a la secretaria, que no le ha dicho nada, ya que está enfrascada en introducir datos en un IBM un poco anticuado. Es bellísima.
Antes, se hubiera lanzado sobre ella sin dudarlo, pero el Tratamiento lo había vuelto más pasivo y observador. Tiene una larga melena pelirroja (probablemente teñida, pero le está muy bien) con preciosos rizos y muy buen cuerpo. Le recordaba a la rival de Lamu, Ran, solo que con más sex-appeal y una mirada más astuta. Sus rasgos indican orígenes orientales: seguramente una descendiente de los muchos chinos que se instalaron en Jamaica a inicios del S.XX. Ataru decide romper el hielo:
"Ni hao, Miss."
"Ohayo, Comandante Moroboshi" - le dice la joven en un claro japonés, con un ligero deje caribeño.
Ataru se queda con la boca abierta. Sigue en japonés.
"¿Es usted japonesa?"
"No, pero mis padres sí lo son... A todo esto, qué incompetencia por mi parte: me llamo Akemi. Akemi Roppongi.
"Encantado, Roppongi-san"
"No es necesario que seamos tan formales. Creo que tenemos la misma edad, más o menos. Llámeme Akemi a secas y tutéeme si quiere."
"Bueno, pues encantado de conocerte, Akemi. No imaginaba encontrar a una jamaicana de origen nipón. Y devuélveme el tuteo si quieres."
La secretaria le lanza una enigmática sonrisa
"De momento me debo a mi trabajo. Si me permite, lo dejaremos en Ataru-san"
"Jo, que formal", piensa Ataru.
Suena un teléfono
"¿Sí, Mr. Spaulding? Sí, se encuentra aquí. ¿Quiere verlo ya mismo?¿Con Walpole? Bien. Los haré pasar." Cuelga "Pase, Ataru-san, el Ministro le espera. Teniente Walpole, tenga la bondad de entrar Vd. también."
El despacho del Honorable Ministro de Seguridad Nacional y Justicia es más ancho que largo y está decorado al estilo colonial. Una bellísima alfombra persa fija en el suelo cubre el camino desde la puerta del despacho y las cómodas sillas ante la mesa del Ministro. Spaulding es un
hombre de mediana edad, más bien joven, alto, enjuto, de mirada aguileña tras las gafas de pasta. Su gesto es serio, casi hasta resultar pomposo, las comisuras de su estrecha boca formando un arco descendiente. Su peinado a navaja resalta su aire autoritario. Está firmando
unos documentos con una carísima pluma de oro de 32 quilates. Ataru acierta a ver sus iniciales marcadas en la misma mientras se sienta en la mesa, pues Walpole le ha indicado que se dirija directamente a la mesa. El Teniente se ha quedado de pie en la puerta.
Spaulding levanta la vista para mirar a los ojos de Ataru...
__________________________________________________________________________________
TRIVIA:
Winston Spaulding:
Sir Winston Spaulding tuvo la cartera del desaparecido Ministerio de Seguridad Nacional y Justicia jamaicano. Apodado "M-16" por dotar a la policía de la isla de dicho fusil, Spaulding fue repetidamente acusado de políticas represivas. violación de los derechos humanos, de ser responsable de algunas matanzas y de hacer la vista gorda con los policías corruptos. Estas acusaciones, por lo que parece más que justificadas pero por desgracia sin pruebas concluyentes, acabaron con su carrera ministerial allá por 1990. Actualmente ejerce de abogado y se dedica repetidamente a declamar en los medios que él hizo lo correcto (esto me suena). La foto es actual, no de la época. Ya véis que el CEFPIFST a veces tiene que hacer alianzas, digamos, "incómodas".
Akemi Roppongi:
Mi intención primera era que la secretaria de Spaulding fuera Madoka Ayukawa, al haber sido diseñada para el anime por la misma persona que se encargó de UY, pero decidí ceñirme al mundo de Rumiko. No contéis los cameos de Ataru como párvulo en Maison Ikkoku, que son tan cánon como esto que escribo (los cruces baratos en los retellings - en los entrenamientos puse un montón - llegarán, pronto o tarde, pero llegarán. No soy tan conossieur del Rumic World).
La similitud física entre Akemi y Ran fue sugerida en Abandomoviez por Llorenç (alias Enzo), admin del foro Lamu en català. El crédito por su aparición es suyo.
Jo, se me ha hecho corto... >.<
ResponderEliminar